Por Megan Brooks
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio sugiere que la infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) estaría independientemente asociada con un aumento del 50 por ciento de la mortalidad en los pacientes con sida.
"El tratamiento del VHC beneficiaría a los pacientes coinfectados con el VIH y que desarrollaron sida", concluye en la versión online de Clinical Infectious Diseases el equipo de la doctora Andrea D. Branch, de la Facultad de Medicina de Mount Sinai, en esta ciudad.
En Estados Unidos y Europa, un 30 por ciento de los pacientes VIH positivos están infectados con el VHC.
Un metaanálisis reciente demostró que esa coinfección eleva un 35 por ciento el riesgo relativo (RR) correspondiente a la mortalidad total en esa población.
Pero los autores aclaran que aún se desconoce si esos resultados se aplicarían a los pacientes con sida en la era de la terapia antirretroviral combinada, "porque la tasa de mortalidad de los pacientes coinfectados sigue siendo cinco veces más alta que la de los pacientes VIH positivos, pero sin sida".
El equipo estudió a 2025 pacientes con sida de los Estudios Longitudinales sobre las Complicaciones Oculares del Sida (LSOCA, por su nombre en inglés) y los siguió durante unos seis años.
Un análisis de sangre al inicio del estudio reveló que el 21 por ciento (428) tenía signos de haber estado o estar coinfectado con el VHC. El 79 por ciento (337) tenía rastros del ARN viral, lo que revela una infección crónica, mientras que el 21 por ciento (91) tenía anticuerpos contra el VHC sin rastros del ARN viral, lo que indica que estuvo infectado. Los 1597 participantes restantes no tenían marcadores del VHC.
Durante el estudio murieron 558 participantes. Tras considerar las características demográficas y los factores de riesgo conocidos, el RR de morir durante el seguimiento fue de 1,5 (p=0,001) en los pacientes con una infección crónica por el VHC. En cambio, la mortalidad no aumentó en los participantes que ya no estaban infectados (RR, 0,9; p=0,82).
En los pacientes con una infección crónica por el VHC, el 20,4 por ciento de las muertes fue de origen hepático