Muchos estadounidenses mayores toman complementos de calcio para prevenir la pérdida ósea, pero podían aumentar significativamente el riesgo de un ataque cardiaco, sugiere un estudio reciente.
Esos complementos no ayudan a prevenir ataques cardiacos ni accidentes cerebrovasculares (ACV), como habían sugerido algunas investigaciones anteriores, afirman los autores del estudio. Pero el calcio de la dieta podría reducir el riesgo, anotaron.
"Aunque una ingesta moderadamente alta de calcio a partir de la dieta podría conllevar un riesgo más bajo de ataque cardiaco, no sucede así con la ingesta complementaria de calcio", aseguró la investigadora líder Sabine Rohrmann, de la división de epidemiología y prevención del cáncer del Instituto de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Zúrich, en Suiza.
"En lugar de tomar complementos de calcio, los hombres y las mujeres que deseen aumentar su ingesta de calcio deben confiar en los alimentos, como los productos lácteos bajos en grasa o el agua mineral, [que son] ricos en calcio", sentenció.
El informe aparece en la edición en línea del 23 de mayo de la revista Heart.
Para el estudio, el grupo de Rohrmann recolectó datos sobre casi 24,000 personas de Heidelberg, Alemania, que participaron en un estudio llamado Investigación prospectiva europea sobre el cáncer y la nutrición.
Todos los participantes tenían entre 35 y 64 años cuando se unieron al estudio entre 1994 y 1998.
Los investigadores les preguntaron sobre sus dietas y si tomaban complementos de vitaminas y/o minerales.
Durante un seguimiento promedio de once años, hubo 354 ataques cardiacos, 260 ACV y 267 muertes por causas cardiovasculares entre todos los participantes, anotaron los investigadores.
Los participantes cuya ingesta de calcio de todas las fuentes era moderada, de 820 miligramos (mg) al día, tenían un riesgo más bajo de ataque cardiaco que aquellos cuya ingesta era inferior, hallaron los investigadores.
Sin embargo, aquellos cuya ingesta superaba los 1,100 mg no tenían un riesgo sustancialmente más bajo. Tampoco hubo una cantidad en que el calcio se relacionara con un menor riesgo de ACV.
Cuando el equipo de Rohrmann observó específicamente los complementos de calcio, halló un aumento de 86 por ciento en los ataques cardiacos entre las personas que los tomaban con regularidad, en comparación con las personas que no tomaban ningún complemento.
El Dr. Robert Recker, director del Centro de Investigación sobre la Osteoporosis de la Universidad de Creighton y presidente de la Fundación Nacional de la Osteoporosis (National Osteoporosis Foundation) no estuvo de acuerdo con los resultados.
"Estos hallazgos me parecen dudosos", dijo. "Es difícil comprender por qué el calcio de la dieta puede reducir el riesgo de ataque cardiaco, y los complementos aumentarlo".
Recker señaló que cree que los hallazgos podrían reflejar un sesgo en el que los que ya estaban en riesgo de ataque cardiaco tomaron complementos con la esperanza de reducir el riesgo, pero algunos sufrieron de ataques cardiacos de cualquier forma.
Dado que el mecanismo no puede ser descrito, los hallazgos podrían tener fallas, anotó.
Recker añadió que los complementos de calcio sí previenen un número significativo de fracturas. "En Estados Unidos, la incidencia de fracturas por la osteoporosis es mayor que la incidencia combinada de enfermedad cardiaca, ataque cardiaco y ACV", señaló.
Recomendó tomar un complemento de calcio solo si no se obtiene suficiente calcio de la dieta. Si no consume muchos productos lácteos, Recker aconsejó tomar dos dosis separadas de 500 mg de calcio al día.
Pero el Dr. Ian Reid, profesor de medicina y endocrinología de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, y autor de un editorial acompañante en la revista, apuntó que los hallazgos son similares a su propio estudio.
"Este estudio provee evidencia confirmatoria de que el calcio tomado como complemento parece aumentar el riesgo de ataques cardiacos, mientras que tener una dieta que incluya algunos alimentos ricos en calcio no parece conferir el mismo riesgo", comentó.
Reid sugirió que las dosis altas de calcio podrían dañar las paredes de los vasos sanguíneos, lo que lleva a ataques cardiacos.
"La mayoría de personas no deben tomar complementos de calcio", aseguró. "Se debe obtener el calcio necesario de la dieta, en lugar de tomar complementos".
En términos de la reducción de las fracturas, Reid dijo que según su estudio, que fue publicado en una edición en línea de la revista BMJ en julio de 2010, los complementos de calcio podrían reducir las fracturas en 10 por ciento, pero pueden aumentar el riesgo de ataque cardiaco en 25 por ciento.
Dijo que su estudio mostró que si mil personas reciben calcio durante cinco años, se prevendrán 26 fracturas, pero también habrá 14 ataques cardiacos, 10 ACV y 13 muertes.
En un comentario sobre el nuevo estudio, el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles, añadió que "se ha planteado la hipótesis de que los cambios abruptos en las concentraciones de calcio en sangre con los complementos de calcio podría contribuir a efectos cardiovasculares adversos".
Declaró que "aunque se necesitan más estudios, los complementos de calcio solo deben ser usados en las personas en que los beneficios potenciales superen a los riesgos potenciales".
Aunque el estudio encontró una relación entre la ingesta de calcio y los ataques cardiacos, no demuestra que exista una relación de causa y efecto.
FUENTES: Sabine Rohrmann, Ph.D., M.P.H., professor, cancer epidemiology and prevention division, Institute of Social and Preventive Medicine, University of Zurich, Switzerland; Ian Reid, M.D., faculty of medical and health sciences, University of Auckland, New Zealand; Robert R. Recker, M.D., professor, medicine, director, Osteoporosis Research Center, Creighton University, Omaha, Neb., and president, National Osteoporosis Foundation; Gregg C. Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; May 23, 2012, Heart, online.