Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio sugiere que el uso de las historias clínicas electrónicas para comunicarle a los médicos qué infecciones circulan en la comunidad reduciría la cantidad de recetas de antibióticos innecesarias.
Eso es importante porque cuantos más antibióticos se utilizan, más resistencia pueden generar los microbios y más difícil será tratarlos. A menudo, los médicos los recetan cuando no se sabe si se trata exactamente de una infección bacteriana lo que está causando fiebre, mucosidad y tos.
"Esa es la clave del problema para un médico: no saber si es algo viral o bacteriano", dijo el doctor Ari Robicsek, del Sistema de Salud de la NorthShore University, en Evanston, Illinois. "A menudo optan por un antibiótico por si se trata de una infección bacteriana", agregó el autor.
El equipo de Robicsek revisó las historias clínicas electrónicas de 28.000 pacientes atendidos por uno de 69 médicos de los hospitales y las clínicas de NorthShore durante las temporadas de gripe del período 2006-2011.
Los médicos les habían recetado un antibiótico a los pacientes con fiebre y tos o síntomas de resfrío, esto es, en el 45 por ciento de los casos atendidos, según publica el equipo en Annals of Internal Medicine.
"La causa de la mayoría de las infecciones respiratorias es un virus y el uso de un antibiótico no ayudará al paciente y hasta le podría causar efectos adversos no intencionales", dijo el doctor Philip Polgreen, de la University of Iowa, y que no participó del estudio.
"Sabemos que cada año se entregan miles de recetas inadecuadas a pacientes con influenza", añadió Polgreen.
En el estudio, la frecuencia de indicación de antibióticos varió ampliamente según el médico; en general, los recetaron entre el 18 y el 84 por ciento de las veces.
Los autores detectaron también patrones de que el contexto influía en esas decisiones. Por un lado, la indicación de usar un antibiótico se redujo unos pocos puntos porcentuales en las temporadas de gripe "pandémica", cuando el virus afectaba gravemente a la población del lugar.
Además, cuantos más pacientes con los mismos síntomas los médicos habían atendido la semana previa, menos propensos eran los profesionales a indicar un antibiótico.
Eso es, quizás, porque los médicos consideraban que estaba circulando el virus de la gripe, según dijo Robicsek.
"Cuantos más pacientes atienden durante una epidemia o pandemia, más cómodos se sentirán si no recetan un fármaco", dijo el doctor Andrew Fine, emergentólogo pediátrico del Hospital de Niños de Boston.
Robicsek consideró que los resultados respaldan la idea de que los hospitales podrían trabajar más para alertar a los médicos sobre lo que está sucediendo en la comunidad. Eso los ayudaría a tomar mejores decisiones.
Y Fine, que no participó del estudio, pero investigó la vigilancia de enfermedades, coincidió.
"Tenemos la oportunidad de aprovechar la inversión enorme realizada en vigilancia epidemiológica y en el sistema de historias clínicas electrónicas para mejorar la atención de los pacientes. Y eso incluye" reducir la indicación de antibióticos innecesarios, manifestó.
El equipo de Robicsek está desarrollando una herramienta que ayudaría a los hospitales a lograrlo, con datos de las historias clínicas electrónicas para alertar a los profesionales de la salud qué síntomas y enfermedades surgen en el área.
FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 6 de agosto del 2012