Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los errores médicos afectan al 3 por ciento de los niños hospitalizados en Estados Unidos y el riesgo aumenta si tienen una enfermedad crónica, señaló un estudio.
Un equipo analizó la información de una base de datos oficial y halló que el 44 por ciento de los niños internados en el 2006 en 38 estados tenía por lo menos una enfermedad crónica, como asma, trastornos digestivos, diabetes o cáncer.
El 5 por ciento fue víctima de un error médico, comparado con el 1,3 por ciento de los niños internados sin enfermedades crónicas, según publican los autores en Pediatrics.
"Son los niños con internaciones más prolongadas y condiciones más complicadas" que los niños sin enfermedades crónicas, según explicó el autor principal, doctor Huiyun Xiang, del Hospital Nacional de Niños, Columbus, Ohio.
Los resultados no detallan la gravedad de los errores médicos ni cuánto daño provocaron. Xiang aclaró que los errores no eran necesariamente "errores".
El equipo utilizó los registros, las altas hospitalarias y contó ciertos "códigos" como errores médicos, como las "complicaciones típicas de procedimientos específicos".
Los efectos adversos a los fármacos, una infección postquirúrgica y las úlceras de presión son los ejemplos más comunes de las complicaciones evitables que se consideran errores médicos.
Para el equipo, lo importante es que todos deben saber que el riesgo de cometer un error es más alto cuando los niños tienen enfermedades crónicas.
Y ese riesgo aumenta junto con la cantidad de enfermedades del niño (la tasa de error en los pacientes con una enfermedad crónica era del 3 por ciento, comparado con el 7 por ciento en los niños con dos enfermedades).
De todos modos, Xiang instó a poner ese riesgo en contexto. "Aun la tasa del 5,3 por ciento en los niños con enfermedades crónicas es relativamente baja", dijo.
Recordó que la Agencia para la Investigación y Calidad de la Salud (AHRQ, por su nombre en inglés) estuvo financiando proyectos para mejorar la seguridad de los pacientes hospitalizados, como la prevención de infecciones, la complicación más común en el mundo.
Esa iniciativa surgió tras un informe en 1999 del Instituto de Medicina (IOM), que había hallado que los errores médicos le cuestan a Estados Unidos entre 17.000 y 29.000 millones de dólares anuales y causan la muerte de unas 98.000 personas.
El IOM atribuyó muchos errores médicos a la fragmentación del sistema de salud e insistió en que mejorar la seguridad del paciente debe ser "un deporte en equipo".
AHRQ sugiere que los pacientes o sus padres se protejan con preguntas. Un paso es asegurarse de que un profesional, como el pediatra de cabecera, coordina la atención y que todos los que intervienen estén informados de la situación.
Xiang insistió en la importancia de que los padres comprendan el tratamiento a utilizar en el hogar, en especial cuando son varias enfermedades. "Los padres deben ser muy cuidadosos con el monitoreo de los tratamientos farmacológicos en casa", aseguró.
FUENTE: Pediatrics, online 10 de septiembre del 2012