En adultos con discapacidades

Inactividad relacionada con enfermedades crónicas

La mitad de los adultos con discapacidades no hace actividad física aeróbica.

Fuente: CDC

Los adultos con discapacidades en edad laboral que no realizan actividad física aeróbica tienen un 50 % más de probabilidades de presentar enfermedades crónicas como cáncer, diabetes, accidentes cerebrovasculares o enfermedades cardiacas, que las personas activas en condiciones similares, según el informe Signos Vitales publicado hoy por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Casi la mitad (47 %) de los adultos con discapacidades que pueden hacer actividad física aeróbica, no la hacen. Un 22 % adicional no son lo suficientemente activos. Aun así, solamente cerca del 44 % de los adultos con discapacidades que vieron a un médico en el último año recibieron recomendaciones de hacer actividad física.

"La actividad física es lo más parecido que tenemos a una medicina milagrosa", dijo el director de los CDC, Dr. Tom Frieden, M.D., M.P.H. "Desafortunadamente, muchos adultos con discapacidades no hacen actividad física en forma habitual. Esto puede cambiar si los médicos y otros proveedores de atención médica asumen un papel más activo para ayudar a sus pacientes con discapacidades a crear un plan de ejercicio físico que sea adecuado para ellos".

La mayoría de los adultos con discapacidades pueden participar en algún tipo de actividad física aeróbica, lo cual beneficia a todas las personas al reducir el riesgo de enfermedades crónicas graves. Algunos de los beneficios de la actividad física aeróbica regular incluyen un mejor funcionamiento del corazón y los pulmones, más facilidad para realizar actividades cotidianas, aumento de la independencia, disminución de las probabilidades de tener enfermedades crónicas y mejora de la salud mental.

Para este informe, los CDC analizaron datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud del 2009-2012 y se concentraron en la relación entre los niveles de actividad física y las enfermedades crónicas entre los adultos con discapacidades en los EE. UU. de 18 a 64 años de edad, por tipo y estado de discapacidad.

Estos son adultos que tienen serias dificultades para caminar o subir escaleras, para oír, ver o concentrarse, recordar o tomar decisiones. Con base en los datos del 2010, el estudio también evaluó la prevalencia de recibir una recomendación de hacer actividad física por parte de un profesional de la salud y la asociación con el nivel de actividad física aeróbica.

Los hallazgos principales incluyen los siguientes:

  • Los adultos con discapacidades en edad laboral tienen 3 veces más probabilidades de tener enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes o cáncer que los adultos sin discapacidades.
     
  • Casi la mitad de los adultos con discapacidades no hace actividad física aeróbica, un importante hábito de salud que ayuda a evitar esas enfermedades crónicas.
     
  • Los adultos inactivos con discapacidades tuvieron un 50 % más de probabilidades de notificar al menos una enfermedad crónica, en comparación con los adultos activos con discapacidades.
     
  • Los adultos con discapacidades tuvieron un 82 % más de probabilidades de ser físicamente activos, si su médico se los recomendaba.

Las Directrices de actividad física para los estadounidenses recomiendan que todos los adultos, incluso aquellos con discapacidades, hagan al menos 150 minutos (2.5 horas) de actividad física aeróbica moderada a la semana. Si no es posible seguir esas recomendaciones, los adultos con discapacidades deben empezar a realizar actividad física poco a poco de acuerdo a sus habilidades y nivel de estado físico.

Los médicos y otros profesionales de la salud pueden recomendar opciones de actividad física que correspondan a las habilidades de los adultos con discapacidades, así como recursos que puedan ayudar a superar los obstáculos para realizar la actividad física.

Estos obstáculos incluyen información limitada sobre el acceso a programas y establecimientos para realizar actividad física, obstáculos físicos en el entorno natural y en las construcciones o infraestructura, obstáculos físicos y emocionales para participar en actividades recreativas y para hacer ejercicio, así como falta de capacitación sobre el acceso y la comunicación entre los profesionales del sector de recreación y actividad física.