Por David Douglas
NUEVA YORK (Reuters Health) - El control glucémico temprano e intensivo reduciría la función renal retrasada (FRR) de los diabéticos con trasplante renal, pero con un mayor riesgo de rechazo del tejido. "Nuestro estudio demostró que un nivel meta de glucosa en sangre por debajo de los 180 mg/dL disminuyó más la incidencia del rechazo del tejido que un nivel meta de 70-110 mg/dL -dijo por e-mail la doctora Kathie L. Hermayer-.
Por ese resultado, no se recomienda el control glucémico intensivo al momento del trasplante renal" El equipo de Hermayer, de la Medical University of South Carolina, Charleston, le indicó al azar a 104 pacientes con diabetes o intolerancia a la glucosa un control intensivo de la glucosa (70-100 mg/dL) con insulina por vía intravenosa o a un grupo control (70-180 mg/dL de glucosa en sangre con insulina por vía subcutánea).
El análisis de un subgrupo de 93 pacientes según la intención de tratar reveló resultados estadísticamente similares de FRR en ambos grupos (18 por ciento con la terapia intensiva y 24 por ciento en el grupo control), según publica Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Siete de los nueve pacientes con hipoglucemia grave realizaron el control glucémico intensivo.
El equipo detectó 30 crisis graves de hiperglucemia en 17 participantes; cinco realizaban el tratamiento intensivo (11 por ciento) y 12 integraban el grupo control (24 por ciento). De nuevo, la diferencia no fue estadísticamente significativa. Pero lo más importante fue que nueve de los 11 rechazos de los tejidos ocurrieron en el grupo tratado de manera intensiva. Ninguno tuvo una crisis hipoglucémica grave. El equipo escribió que "el manejo de los niveles de glucosa de los pacientes trasplantados renales es un desafío.
Los fármacos inmunosupresores y las dosis de corticoesteroides hacen que la cantidad de insulina a administrar sea un proceso dinámico". Con estos resultados, los autores no recomiendan el enfoque intensivo, sino, como dijo Hermayer, "más estudios sobre los mecanismos que explicarían estos hallazgos".
FUENTE: Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, online 16 de octubre del 2012.