Reducir la inflamación sistémica

Perder peso podría reducir los riesgos cardiacos

Un estudio halla que tanto las dietas bajas en carbohidratos como las bajas en grasas ayudan a las personas con sobrepeso a reducir la inflamación

Por Mary Elizabeth Dallas

Las personas con sobrepeso u obesas que pierden peso mediante una dieta baja en carbohidratos o baja en grasas pueden también reducir significativamente la inflamación en todo el organismo, lo que podría ayudar a reducir los riesgos de enfermedad cardiaca, señala un estudio reciente.
 
"Nuestros hallazgos indican que es posible reducir la inflamación sistémica, y posiblemente el riesgo de enfermedad cardiaca, con cualquiera de las dietas, ya sea baja en carbohidratos o baja en grasas", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Johns Hopkins Kerry Stewart, director de fisiología del ejercicio clínica y de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad, en Baltimore. "El factor importante es la cantidad de peso que se pierde, sobre todo grasa abdominal".
 
Dado que las células grasas secretan en el torrente sanguíneo moléculas que aumentan la inflamación, las personas que tienen sobrepeso o son obesas están en mayor riesgo de inflamación en todo el cuerpo, explicaron los investigadores. Anotaron que esa inflamación generalizada también aumenta el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.
 
En el estudio participaron 60 personas de 30 a 65 años de edad que tenían sobrepeso o eran obesas, y que presentaban una gran cantidad de grasa en la cintura. Se pidió a los participantes que siguieran una dieta baja en carbohidratos o baja en grasas durante seis meses. Ambos grupos también hicieron ejercicio tres veces por semana.
 
Al inicio y al final del estudio, se pesó a los participantes, se midió su índice de masa corporal (IMC), la grasa corporal total y la grasa abdominal, y los investigadores tomaron muestras de sangre para medir tres marcadores comunes de inflamación.
 
Todos los participantes del estudio mostraron una mejora de alrededor del 20 por ciento en la aptitud aeróbica. Sin embargo, las personas con la dieta baja en carbohidratos perdieron más peso. En promedio, perdieron casi 13 kilos (28 libras), en comparación con un promedio de poco más de 8 kilos (18 libras) entre los que estaban con la dieta baja en grasas.
 
El estudio también mostró que el grupo bajo en carbohidratos tuvo una reducción más significativa en el IMC y en la grasa abdominal.
 
A pesar de ese hallazgo, ambas dietas ayudaron a reducir la inflamación.
 
"En ambos grupos, hubo una reducción significativa en los niveles de las tres medidas de inflamación", señaló Stewart.
 
Los hallazgos fueron presentados el lunes en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Los Ángeles.
 
Las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
 
FUENTE: Johns Hopkins Medicine, news release, Nov. 5, 2012