Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Aunque algunos estadounidenses están accediendo a tratamientos más beneficiosos que estaban subutilizados, como los fármacos para el corazón, otros siguen haciéndose estudios y usando tratamientos excesivos para distintas enfermedades.
Un equipo de Estados Unidos detectó avances en los consultorios médicos en seis de nueve "indicadores de calidad" del uso de tratamientos recomendados y subutilizados, pero sólo identificó una mejoría en dos de 11 prestaciones innecesarias y potencialmente dañinas para la salud.
Esto describe una preocupación creciente por el rápido crecimiento de los costos de la salud y muestra que los médicos y los hospitales tendrán que hallar áreas en las que deberán mejorar los servicios.
"Todos sabemos que debemos hacer algo. Un elemento importante en los altos costos de la atención es el uso excesivo o erróneo de las terapias y las intervenciones", dijo el doctor Amir Qaseem, director de políticas clínicas del Colegio Estadounidense de Médicos.
Aclaró que no se trata de eliminar los servicios que son demasiado costosos, sino de evaluar cuáles son los análisis y los tratamientos que se indican y no ayudan a algunos pacientes.
Por ejemplo, los indicadores revelaron un uso excesivo de la pesquisa del cáncer prostático en los hombres mayores de 75 y de la pesquisa del cáncer mamario en las mujeres de más de 75 años.
"En los hombres de más de 75, no habrá un beneficio potencial", dijo Qaseem, porque el cáncer de próstata es de lento crecimiento. Y eso es asumir que la determinación del antígeno prostático específico (PSA, por su nombre en inglés) es bueno para todos.
Los resultados surgen de estudios de los CDC con muestras representativas de la población de Estados Unidos sobre la atención en los consultorios de atención ambulatoria. En total, los autores evaluaron datos de 79.083 consultas médicas en 1998-1999 y de 102.980 consultas en 2008-2009.
En esos períodos, mejoró el uso de los tratamientos recomendados. Por ejemplo: el 28 por ciento de los pacientes con enfermedad coronaria empezó a usar aspirina en 1998-1999, comparado con casi el 65 por ciento en la década siguiente.
El uso de estatinas se duplicó en esos mismos pacientes (del 27 al 59 por ciento). En las personas con diabetes, la indicación de tomar estatinas creció del 12 al 36 por ciento.
Pero se registraron pocos cambios en la frecuencia del uso innecesario y excesivo de ciertos servicios, como algunas pesquisas oncológicas en los adultos mayores o las radiografías y los análisis de orina indicados en los controles generales de rutina.
Dos de esos indicadores de uso excesivo mejoraron: la pesquisa del cáncer de cuello uterino en las mayores de 65 disminuyó del 3 al 2 por ciento y la indicación errónea de antibióticos para controlar las crisis asmáticas cayó del 22 al 7 por ciento.
Por otro lado, aumentó la frecuencia de la pesquisa del cáncer prostático en los adultos mayores (del 3-4 por ciento a casi el 6 por ciento), según publica el equipo en Archives of Internal Medicine.
La autora principal del estudio, de la Facultad de Medicina de Mount Sinai, Nueva York, doctora Minal Kale, consideró que los indicadores de calidad utilizados no representan necesariamente a todos los tests y los tratamientos que se utilizan en los consultorios de atención ambulatoria.
"Actualmente, existe gran resistencia a limitar el acceso a los servicios de salud porque es una cuestión que se politiza inmediatamente", dijo a Reuters Health. "La pregunta sobre el uso excesivo de los servicios tiene que reducirse a la calidad. Se trata de la calidad de la atención que le brindamos a los pacientes", agregó.
Dijo que el objetivo es "aumentar la calidad de nuestro sistema de salud y atender los costos".
FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 24 de diciembre del 2012.