Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio demuestra que los médicos rara vez informan a sus pacientes sobre los potenciales riesgos de las pesquisas oncológicas.
Sobrediagnóstico y un sobretratamiento
Con cualquiera de esos tests existe la posibilidad de detectar algo parecido a un cáncer que no lo sea o un tumor tan pequeño y de crecimiento tan lento que nunca vaya a causar problemas, lo que se conoce como sobrediagnóstico.
Cuando eso ocurre, aparece el sobretratamiento: se indican biopsias, cirugías, radioterapias y fármacos que no proporcionan beneficios y pueden causar efectos adversos.
"En general, cuando un paciente conversa con el médico, sólo se entera de los beneficios", dijo Odette Wegwarth, autora principal del estudio del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, Berlín. "Nadie cuestiona si podría existir algún riesgo".
La posibilidad de exagerar en el diagnóstico o el tratamiento varía entre las distintas pesquisas y no siempre se la conoce. Los autores del nuevo estudio explican que, para salvar una vida, se sobrediagnostican 10 o más casos sólo con el análisis de PSA para el cáncer prostático y la mamografía para el cáncer mamario.
Wegwarth y Gerd Gigerenzer entrevistaron a 317 adultos estadounidenses de 50 y 60 años. Sus médicos les habían indicado realizarse un control oncológico en algún momento y a ninguno le habían diagnosticado cáncer.
Treinta participantes (o uno de cada 10) dijeron que sus médicos habían mencionado la posibilidad de que el test llevara a un sobrediagnóstico y un sobretratamiento, pero el 80 por ciento respondió que le interesaría conocer esos riesgos potenciales.
Es posible que algunos participantes conocieran la chance de un sobrediagnóstico, pero que no lo recordaran o que los médicos no hubiesen utilizado términos simples, según opinó David Howard, investigador especializado en políticas de salud de Emory University, Atlanta, y que no participó del estudio.
También dijo que es probable que muchos médicos ni siquiera mencionen los riesgos de estas pesquisas.
La mayoría de los participantes dijo que no dejaría de realizarse los controles periódicos si se enterara de que se necesita sobretratar a 10 personas para salvar una vida.
Pero el 69 por ciento aseguró que no empezaría a hacerse otra pesquisa si conociera esa probabilidad, según publican los autores en JAMA Internal Medicine.
Wegwarth comentó que los pacientes parecerían tener "un apego emocional" con las pesquisas que se realizan de manera regular.
"Probablemente sea muy difícil lograr que comprendan que el examen en el que confían también puede causar daño a veces", señaló la autora. "Confían en lo que les dijeron y les enseñaron".
FUENTE: JAMA Internal Medicine