Sufrir una lesión cerebral traumática en algún momento de la vida no aumenta el riesgo de demencia en la vejez, pero sí aumenta las probabilidades de nuevas lesiones, halla un estudio reciente.
"Las personas que han sufrido una lesión cerebral tienen mucho miedo de que tendrán unos resultados horribles en la vejez", señaló la autora principal Kristen Dams-O'Connor, profesora asistente de medicina de rehabilitación de la Facultad de Medicina Icahn del Centro Médico Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
"No es así", afirmó. "Pero sí hallamos un riesgo de más lesiones".
El estudio de 16 años de duración con más de 4,000 adultos mayores también halló que una lesión cerebral traumática reciente con pérdida del conocimiento aumentaba las probabilidades de muerte por todas las causas en los próximos años.
Los que tenían el mayor riesgo de lesionarse nuevamente eran las personas que habían sufrido la lesión cerebral tras los 55 años, apuntó Dams-O'Connor. "Esto sugiere que hay algunas vulnerabilidades relacionadas con la edad que tienen que ver con el riesgo de lesiones repetidas", apuntó.
Dams-O'Connor dijo que los médicos deben estar atentos a otros problemas de salud entre los pacientes mayores que han sufrido una lesión cerebral traumática. Estos pacientes deben intentar evitar otra lesión de la cabeza cuidando su equilibrio y su salud general, aconsejó.
Para investigar las consecuencias de una lesión cerebral traumática entre los adultos mayores, los investigadores recolectaron datos sobre los participantes del Estudio de cambios en el pensamiento en la adultez, llevado a cabo en el área de Seattle de 1994 a 2010. La edad promedio de los participantes era de 75 años.
Al inicio del estudio, que fue publicado en una edición reciente de la revista Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, ninguno de los participantes sufría de demencia. Durante los 16 años de seguimiento, los investigadores hallaron que los que habían sufrido una lesión cerebral traumática con pérdida de la conciencia en algún momento de sus vidas no presentaban un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer u otras formas de demencia.
Sin embargo, el riesgo de otra lesión cerebral traumática se duplicó y más si la primera lesión había ocurrido antes de los 25 años, y casi se cuadruplicó si la lesión había sucedido después de los 55. De forma similar, una lesión cerebral traumática reciente duplicó y más las probabilidades de muerte por todas las causas, halló el estudio.
El grupo de Dams-O'Connor planifica observar los factores de riesgo para intentar comprender por qué algunas personas tienen un peor pronóstico a largo plazo tras una lesión cerebral.
Un experto planteó que la genética podría tener algo que ver. "Creo que el riesgo de enfermedad de Alzheimer tras una lesión cerebral traumática tiene un componente genético, y algunos genes aumentan el riesgo, mientras que otros ofrecen protección", señaló el Dr. Sam Gandy, director asociado del Centro de Investigación sobre la Enfermedad Alzheimer Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
Estos hallazgos no deben ser confundidos con los que se han hecho sobre los atletas que sufren lesiones cerebrales, comentó Gandy.
"Los dramáticos ejemplos de los ex jugadores [de la Liga Nacional de Fútbol], de los jugadores de hockey y los luchadores que tienen una enfermedad inusual, caracterizada por la depresión, la agitación y la psicosis, son muy distintos de los de los pacientes de Alzheimer, que tienden a ser apáticos", apuntó.
"Falta mucho por descubrir sobre el papel de un historial de lesión cerebral traumática durante toda la vida, lo que incluye la gravedad y la naturaleza de la rotación y otros factores físicos, así como el declive mental en la vejez", dijo Gandy.
Otro experto, el Dr. Danny Liang, neurocirujano del Instituto de Neurociencias Cushing del North Shore-LIJ en Manhasset, Nueva York, cree que estos hallazgos son demasiado limitados para decir mucho sobre el riesgo de demencia como resultado de una lesión cerebral traumática.
"El estudio está demasiado restringido a una población limitada, así que extrapolar estos hallazgos a otras poblaciones resulta difícil", lamentó. "También es posible que hubiera personas que habían sufrido una lesión cerebral traumática que desarrollaron demencia antes de los 65 años, así que no fueron incluidas en el estudio", señaló Liang.
Tampoco hubo datos sobre la gravedad de la lesión ni la duración de la pérdida de conciencia, dijo. Las lesiones cerebrales difieren, y saber la gravedad es importante para determinar el resultado final, aseguró.
FUENTES: Kristen Dams-O'Connor, Ph.D., assistant professor, rehabilitation medicine, Icahn School of Medicine, Mount Sinai Medical Center, New York City; Sam Gandy, M.D., Ph.D., associate director, Mount Sinai Alzheimer's Disease Research Center, New York City; Danny Liang, M.D., neurosurgeon, North Shore-LIJ Cushing Neuroscience Institute, Manhasset, N.Y.; Nov. 21, 2012, Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry