Por Genevra y Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio de Reino Unido demuestra que las hemorragias graves después del parto no aumentan el riesgo de complicaciones en el siguiente embarazo.
La hemorragia postparto (pérdida de más de 500 ml de sangre) suele ocurrir cuando los músculos de la pared uterina no se contraen adecuadamente después del parto.
Aunque semejante pérdida de sangre causa temor, los autores aseguran que el estudio "tranquilizará" a las mujeres que quieren tener otro hijo después de una primera hemorragia.
"Intuitivamente, eso es lo que yo también sentiría", dijo la doctora Laura Riley, obstetra del Hospital General de Massachusetts, Boston. "Son las características del embarazo lo que realmente aumenta el riesgo de hemorragia", como tener un bebé grande o que se prolongue la inducción del parto.
El nuevo estudio parte de datos sobre más de 34.000 mujeres de Aberdeen, Reino Unido, que tuvieron un bebé entre 1986 y el 2005; el 10 por ciento había tenido una hemorragia postparto en el primer parto.
Las mujeres mayores, obesas y fumadoras eran las más propensas a sangrar, según halló el equipo de la doctora Gail Fullerton, del Hospital Maternidad de Aberdeen.
La mayoría de las mujeres, con o sin hemorragia postparto, tuvo un segundo embarazo unos cinco años después, en promedio. Todas tenían el mismo riesgo de tener un aborto espontáneo y otras complicaciones del embarazo, según publican los autores en la revista BJOG.
Aun así, el 18 por ciento de las mujeres con una primera hemorragia postparto grave sangró por segunda vez, comparado con el 7 por ciento de las mujeres que nunca habían tenido una hemorragia en el parto.
Riley, que no participó del estudio, recomendó que las mujeres que tuvieron una hemorragia postparto no se preocupen demasiado por las complicaciones en futuros embarazos. Aclaró que la única excepción son las mujeres con cesáreas múltiples seguidas, que aumentan el riesgo de sangrado grave.
Aconsejó que las mujeres traten de comenzar un embarazo con un peso saludable y no engordar demasiado durante la gestación para reducir el riesgo de tener un bebé grande. Recordó que deberían tener una alimentación rica en hierro para tener buenas reservas del nutriente si sangran.
Y Fullerton coincidió: "Lo más importante es optimizar el nivel de hierro en sangre antes de comenzar el trabajo de parto, tener una dieta saludable (...) y, obviamente, que el peso sea lo más bajo posible".
FUENTE: BJOG