Por Kerry Grens NUEVA YORK (Reuters Health)
Las personas que hacen una dieta extremadamente hipocalórica son más propensas a desarrollar cálculos biliares que quienes optan por una dieta moderadamente reducida en calorías.
El doctor Michael Jensen, profesor de medicina de la Clínica Mayo, comentó que el adelgazamiento suele ser similar en el largo plazo con las dietas extremadamente hipocalóricas y las dietas sin tanta restricción calórica.
"Esas personas terminarán en el mismo lugar, así que ¿para qué exponerse al riesgo de terminar en un hospital con un problema de vesícula biliar sólo por adelgazar más rápido?", dijo Jensen, que no participó del nuevo estudio.
En Estados Unidos, unos 20 millones de personas padecen cálculos biliares.
El equipo de Kari Johansson, del Instituto Carolinska, Suecia, explicó que el descenso de peso con las dietas muy hipocalóricas altera los niveles de sodio y colesterol de la bilis y el vaciamiento de la vesícula biliar. Ambos factores favorecen la aparición de los cálculos.
Para demostrarlo en el mundo real, el equipo reunió información sobre el avance de 6640 clientes de una empresa de dietas para adelgazar de Suecia llamada Intrim, donde algunos coautores habían trabajado o integrado el consejo científico asesor. La mitad de los clientes había realizado la dieta Crash y el resto, una dieta reducida en calorías.
La dieta Crash consta de comidas líquidas de apenas 500 calorías por día durante seis a 10 semanas, seguidas de una incorporación gradual de los alimentos habituales y de nueve meses de una dieta de mantenimiento con ejercicio y alimentación saludable. Las otras dietas aportaban entre 1200 y 1500 calorías por día, incluidas dos comidas líquidas durante tres meses y un período de mantenimiento durante nueve meses.
Los entrenadores en salud de Intrim reunieron la información sobre el peso y el IMS de los pacientes; el equipo cruzó esos datos con una base de datos nacional de salud con información sobre los tratamientos de cálculos biliares.
A los tres meses en el programa, los usuarios de la dieta Crash pesaban unos 13,5 kilos menos, mientras que el otro grupo había adelgazado unos 7,7 kilos. Al año, los primeros pesaban 11 kilos menos y los segundos, 8,6 kilos menos.
Con la dieta Crash, 48 personas desarrollaron cálculos biliares y recibieron atención hospitalaria, pero con la otra dieta sólo se detectaron 16 casos de cálculos biliares, según publica el equipo en International Journal of Obesity.
Los autores no pudieron explicar esa diferencia. "Un factor es que el segundo grupo siguió adelgazando durante el mantenimiento () otro sería que consumió menos grasa", dijo Johansson por correo electrónico.
Jensen recomendó realizarse un control médico antes de hacer una dieta hipocalórica, como se aconseja en Estados Unidos. "Deberían conocer los riesgos y los beneficios de la dieta y su alternativa", dijo Johansson.
FUENTE: International Journal of Obesity