Por Alberto Dubrovsky

Células madre, entre la estafa y la ciencia

No hay ningún paciente en el mundo que se haya curado ni beneficiado en un tratamiento con células madre y cualquier tratamiento de este tipo es experimental.

Fuente: Clarin.com

Por Alberto Dubrovsky VICEPRESIDENTE DE ADM (ASOCIACION DISTROFIA MUSCULAR). JEFE DE NEUROLOGIA (FUNDACION FAVALORO)
 
El descubrimiento de las células madre ha sido un enorme avance en la ciencia médica. La posibilidad de su utilización como forma de tratamiento, ya sea de enfermedades neurológicas o de otro tipo, ha despertado particular interés no solo en el mundo de la ciencia sino entre los pacientes y el público en general. 
 
En las redes sociales y en algunos medios de comunicación se divulgan las novedades, aunque con información no siempre acertada.
 
Enfermedades como el Parkinson, Alzheimer, Esclerosis Múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica y Distrofias Musculares y otras enfermedades neuromusculares son objeto de intensa investigación en este terreno. Ante la carencia de tratamientos efectivos para estas dolencias asociadas al enorme deterioro que producen, muchos bien intencionados y otros no tanto se ocupan de alentar expectativas.
 
Distintos tipos de células madre se han probado en animales, en algunos casos la respuesta ha sido alentadora y ya se han comenzado algunas pruebas muy controladas en humanos. Pero el sistema nervioso presenta desafíos por su complejidad y conectividad, su metabolismo, la existencia de una barrera hemato encefálica que aísla el cerebro y la médula espinal de la sangre y dificulta el pasaje de las células madre al tejido nervioso, lo que se suma a la multiplicidad de células del tejido nervioso. 
 
Muchas de las enfermedades a las que se intenta combatir son de origen genético, por lo que de tratarse de células madre linfáticas del propio individuo o de donantes familiares deberían primero ser sometidas a tratamientos que modifiquen sus genes. Esto está en una fase de investigación y por el momento no existe aplicación clínica alguna para ninguna enfermedad neurológica ni neuromuscular.
 
No hay ningún paciente en el mundo que se haya curado ni beneficiado en un tratamiento con células madre y cualquier tratamiento de este tipo es experimental y como tal debe estar regulado, vigilado y permitido por la autoridad sanitaria local (ANMAT, Incucai). 
 
Esta línea de investigación, sin embargo, es muy promisoria y la ciencia tiene fundadas esperanzas en que el éxito corone tantos recursos invertidos. Las normas internacionales establecen que el paciente no debe abonar nada por el costo de la investigación y tampoco su cobertura médica. 
 
El crecimiento de individuos inescrupulosos tanto en el ámbito nacional como en el extranjero que seducen a pacientes desesperanzados con promesas de mejoría o curación, constituyen verdaderas estafas no solo económicas sino morales. 
 
Finalmente, preocupa el silencio oficial y de las sociedades científicas, que callando ante esta escalada de falsa información solo alientan a los estafadores y estimulan el pensamiento mágico de la ignorancia que deberían combatir.
 
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