Estudios de neuroimágenes

La 'adicción a la comida' podría ser real

Ciertos carbohidratos parecen activar centros neurológicos que se ocupan de la recompensa, según un estudio.

Fuente: Medlineplus

Robert Preidt
 
Una nueva investigación con escáneres cerebrales mantiene que algunas personas tienen "adicción" a la comida, y que alimentos como el pan blanco o las papas contribuyen a aumentar sus ansias de comer.
 
Los investigadores usaron IRM funcionales ("a tiempo real) a fin de observar la actividad cerebral de 12 hombres con sobrepeso u obesidad durante las cuatro horas cruciales después de haber comido, un periodo que, según los expertos, influye en la manera en que se comerá durante la siguiente comida.
 
Al mismo tiempo, también se midieron los niveles de glucemia y de ganas de comer de los participantes.
 
Las "comidas" de los hombres fueron dos batidos que tenían las mismas calorías, sabor y dulzura. La única diferencia fue que un batido contenía carbohidratos con un alto índice glucémico y el otro tenía un índice bajo.
 
Los carbohidratos con un índice alto glucémico (que se transforman con rapidez en azúcar en la sangre) se hallan en los alimentos muy procesados, como el pan blanco y el arroz blanco. Los carbohidratos con un índice glucémico bajo se encuentran en productos como los granos integrales y los boniatos.
 
Los investigadores descubrieron que consumir carbohidratos como los que se encuentran en los alimentos procesados puede provocar un exceso de hambre y estimular áreas cerebrales que participan en la recompensa y las ansias, regiones que también juegan un papel en la adicción, según el estudio publicado el 26 de junio en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
 
El estudio podría tener implicaciones para el control del peso, según los investigadores.
 
"Limitar el consumo de carbohidratos con un índice glucémico alto, como el pan blanco y las papas, podría ayudar a los individuos con obesidad a reducir las ansias de comer y controlar la tendencia a comer demasiado", afirmó el autor del estudio, el Dr. David Ludwig, director del Hospital Infantil de Boston, en un comunicado de prensa del hospital.
 
FUENTE: Boston Children's Hospital, news release