Por Will Boggs
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio internacional demuestra que los sobrevivientes de un linfoma de Hodgkin tratados con radioterapia en el estómago o quimioterapia con un agente alquilante sufren un aumento del riesgo de desarrollar cáncer estomacal.
"El riesgo de padecer cáncer estomacal estuvo altamente asociado con las dosis de la radioterapia y la procarbazina", dijo la doctora Lindsay M. Morton, del Instituto Nacional del Cáncer, en Bethesda, Maryland.
"Este es el primer estudio que aporta una prueba evidente de la interacción entre la quimioterapia y la radioterapia en el riesgo de padecer cáncer estomacal", agregó.
El equipo de Morton investigó ese riesgo en 17.447 pacientes con linfoma de Hodgkin y comparó los factores de riesgo de 71 casos con cáncer estomacal y 142 controles.
Aumentar la dosis de radiación en el sitio tumoral del estómago y la cantidad de ciclos de quimioterapia con un agente alquilante estuvo significativamente asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer estomacal.
La procarbazina y la dacarbazina fueron los únicos alquilantes asociadas con un aumento significativo del riesgo de padecer el cáncer, según publica el equipo en Journal of Clinical Oncology.
En un modelo de variables múltiples, ese riesgo creció 5,8 veces cuando las dosis de radioterapia eran de 25 Gy o más; 2,9 veces con dosis de procarbazina de entre 5.600 y 8.399 mg/metro cuadrado; 2,3 veces con dosis de procarbazina de 8.400 mg/metro cuadrado o más, y 8,8 veces con cualquier dosis de dacarbazina.
El riesgo de desarrollar cáncer estomacal asociado con el uso de procarbazina dependió significativamente de la dosis de radioterapia utilizada: 77,5 veces en los pacientes tratados con una dosis de por lo menos 25 Gy de radioterapia y 5.600 mg/metro cuadrado o más de procarbazina, mientras que el tratamiento con procarbazina y una dosis menor a 25 Gy de radioterapia en el estómago no aumentó el riesgo de padecer el cáncer gástrico.
El equipo estima que la proporción de casos de cáncer estomacal que se le podría atribuir al tratamiento del linfoma de Hodgkin sería del 99 por ciento en los pacientes tratados con dosis de por lo menos 25 Gy de radioterapia y por lo menos 5.600 mg/metro cuadrado de procarbazina, pero sólo del 64 por ciento en los pacientes tratados con dosis superiores de radiación en el estómago y menos de 5.600 mg/metro cuadrado de procarbazina.
El riesgo asociado con el uso de dacarbazina no dependería de la exposición a la radioterapia o la procarbazina, aunque sólo se compararon 12 casos con nueve controles.
La mitad de los casos de cáncer estomacal se habían diagnosticado cuando los pacientes tenían 50 años o menos, 20 años antes que la edad promedio de diagnóstico de la enfermedad en la población general de Estados Unidos.
"En los pacientes que están en tratamiento, los riesgos y los beneficios de la exposición a la procarbazina y la radioterapia subdiafragmática deberían considerarse cuidadosamente", concluyen los autores.
"En los pacientes que alguna vez recibieron el tratamiento, es fundamental evaluar rápidamente los síntomas gastrointestinales", añadió el equipo.
FUENTE: Journal of Clinical Oncology
Sumenta en sobrevivientes de linfoma Hodgkin
Riesgo de cáncer gástrico
"El riesgo de padecer cáncer estomacal estuvo altamente asociado con las dosis de la radioterapia y la procarbazina".