Las personas con diabetes tipo 2 podrían presentar un riesgo ligeramente más elevado de contraer cáncer de hígado, según un gran estudio a largo plazo.
La investigación sugiere que los que sufren de diabetes tipo 2 tienen un riesgo entre dos y tres veces más elevado de contraer carcinoma hepatocelular (CHC), el tipo más común de cáncer de hígado, en comparación con los que no sufren de diabetes.
Pero el riesgo de contraer cáncer sigue siendo bajo, señalaron los expertos.
La raza y la etnia también podrían tener que ver con el aumento en las probabilidades de cáncer de hígado, apuntaron los investigadores.
Un estimado del 26 por ciento de los casos de cáncer de hígado en los participantes del estudio de origen latino y del 20 por ciento de los casos en hawaianos se atribuyó a la diabetes. En los negros y los estadounidenses de origen japonés, los investigadores estimaron que el 13 y el 12 por ciento de los casos, respectivamente, se atribuían a la diabetes. En los blancos, la tasa fue del 6 por ciento.
"En general, si usted es diabético [tipo 2], tiene un riesgo más grande de cáncer de hígado", apuntó la autora líder del estudio, V. Wendy Setiawan, profesora asistente de la Facultad de Medicina Keck en la Universidad del Sur de California.
Pero el riesgo real de cáncer de hígado, incluso entre los que tienen diabetes tipo 2, sigue siendo extraordinariamente bajo, señaló el Dr. David Bernstein, jefe de hepatología del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York.
Aunque el cáncer de hígado es relativamente raro, ha estado en aumento en todo el mundo, y con frecuencia se asocia con infecciones de hepatitis viral y con enfermedades del hígado, como la cirrosis.
Los nuevos casos de CHC en EE. UU. se han triplicado en los últimos 30 años, y los latinos y los negros han experimentado el mayor aumento, apuntó Setiawan. En ese periodo, la diabetes tipo 2 también se ha vuelto cada vez más común.
¿Cuál podría ser la conexión?
Quizá el aumento en el riesgo de cáncer de hígado se pueda asociar con los medicamentos que las personas toman para controlar la glucemia, planteó el Dr. James D'Olimpio, oncólogo del Centro Oncológico Monter en Lake Success, Nueva York. "Se saben que algunos fármacos inhiben la supresión normal del cáncer", dijo.
"Algunos medicamentos ya llevan una advertencia de recuadro negro sobre el cáncer de vejiga [de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU.]", comentó D'Olimpio. "No es ir muy desencaminados el hecho de pensar que tal vez haya otras relaciones entre los medicamentos para la diabetes y el cáncer de páncreas o de hígado. La diabetes ya se asocia con un riesgo alto de contraer cáncer de páncreas".
Las personas con diabetes tipo 2 con frecuencia contraen una afección conocida como "hígado graso", señaló D'Olimpio. En esos casos, el hígado tiene problemas para manejar la abundancia de grasa en sus células y se inflama poco a poco. La situación puede provocar una cascada de problemas, entre ellos la cirrosis (una enfermedad crónica del hígado), la fibrosis (engrosamiento y cicatrices en el tejido) y, en última instancia, el cáncer, advirtió.
D'Olimpio dijo que la enfermedad del hígado graso es la principal causa de CHC. "Los diabéticos [tipo 2] tienen el doble de probabilidades de tener un hígado graso, como mínimo", apuntó. "Si usted es afroamericano o latino, eso podría hacerle incluso más susceptible".
Pero las personas con diabetes tipo 1 no presentan un aumento del riesgo de cáncer del hígado, señaló.
La nueva investigación se presentará este domingo en una reunión de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research), en Atlanta. Los datos y las conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
El estudio analizó datos recolectados entre 1993 y 1996 de casi 170,000 adultos negros, nativos de Hawái, estadounidenses de origen japonés, latinos y blancos. Los investigadores realizaron un seguimiento a los participantes durante unos 16 años después de que respondieran a un completo cuestionario de salud. En ese tiempo, alrededor de 500 de los participantes contrajeron cáncer de hígado.
Se analizó la información sobre los factores de riesgo, como la edad, si tenían diabetes tipo 2, la ingesta de alcohol, el índice de masa corporal (una medida de la grasa corporal) y fumar cigarrillos, y se realizaron pruebas sanguíneas para la hepatitis B y la hepatitis C en unos 700 de los participantes, con y sin cáncer de hígado.
Que las personas fumaran o bebieran o no alcohol no pareció cambiar la relación entre tener diabetes y contraer cáncer de hígado, apuntaron los investigadores.
Aunque el estudio encontró una asociación entre tener diabetes tipo 2 y contraer cáncer de hígado, no probó causalidad.
Bernstein, del North Shore, urgió a tener precaución al interpretar los resultados. "Se trata de un solo estudio que habla sobre un gran número de personas con una enfermedad común como la diabetes, y la vincula con el cáncer de hígado", explicó. "Aun tenemos mucho que aprender y se necesita más trabajo para probar una asociación y definir cuál es el riesgo real".
Un estudio de este mes de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) mostró que muchos estadounidenses desconocen que están en riesgo de diabetes tipo 2. D'Olimpio instó a las personas a hacerse la sencilla prueba de sangre conocida como glucemia en ayunas para evaluar la diabetes.
El próximo paso es averiguar qué rol podría tener la genética en si un individuo con diabetes tipo 2 contrae cáncer de hígado, apuntó Setiawan, autora del estudio.
FUENTES: V. Wendy Setiawan, Ph.D., assistant professor, department of preventive medicine, Keck School of Medicine, University of Southern California, Los Angeles; David Bernstein, M.D., chief, division of hepatology, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y.; James D'Olimpio, M.D., oncologist, Monter Cancer Center, Lake Success, N.Y.; Dec. 8, 2013, presentation, American Association for Cancer Research conference, Atlanta.
Carcinoma hepatocelular
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Fuente: Medlineplus