Lo más probable es que haya oído hablar bien del yoga. Le puede relajar. Puede hacer que esté en forma; simplemente mire los cuerpos de algunos famosos que alaban al yoga. Y, cada vez más, se dice que el yoga es capaz de curar numerosas afecciones médicas.
¿Es el yoga una panacea?
Sí y no, dicen los expertos. Aunque el yoga ciertamente no puede curar todo lo que le pase, sí ofrece beneficios considerables.
"El yoga es excelente para la flexibilidad, para la fuerza, y para la postura y el equilibrio", señaló la Dra. Rachel Rohde, vocera de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons) y cirujana ortopédica en el Sistema de Salud Beaumont en Royal Oak, Michigan. "El yoga puede ayudar en muchos problemas y dolores musculoesqueléticos, pero yo no diría que cura cualquier afección ortopédica", indicó.
La mayoría de los practicantes le dirían que el yoga no se trata solo de desarrollar la musculatura o fortalecerse.
"Uno de los problemas de este país es que la gente piensa en el yoga exclusivamente como un ejercicio e intentan hacer las posturas más difíciles físicamente posible", explicó la Dra. Ruby Roy, médica especialista en enfermedades crónicas en el Hospital Pediátrico LaRabida en Chicago, y que también es instructora certificada de yoga. "Eso podría ayudarle o no, pero también podría lastimarle", indicó.
"El yoga correcto puede ayudarle", señaló Roy. "Uno de los propósitos principales de la práctica del yoga es la relajación. Su frecuencia cardiaca y su presión arterial deberían estar más bajas cuando termina una clase, y nunca debería quedarse sin aliento. Cualquier tipo de yoga que le relaje y que no parezca que está haciendo ejercicio es una buena elección. Lo que realmente importa es: ¿está usted dentro de su cuerpo o está accediendo a un estado de conciencia reflexiva y atenta? Se trata de hacer la postura y ser consciente de la respiración".
Roy señaló que ella usa muchos de los principios del yoga, sobre todo los aspectos de la respiración, para ayudar a los niños a dormir, a reducir la ansiedad, como ayuda para el trastorno por estrés postraumático, para el asma, el autismo y como respaldo y gestión del dolor durante los procedimientos. "Podría llamarlo yoga o no. Podría decir: 'hagamos algunos ejercicios para que se relaje y se duerma'", señaló.
Bess Abrahams, terapeuta de yoga en el Equipo de Medicina Integral y Cuidados Paliativos del Hospital Pediátrico de Montefiore, en la ciudad de Nueva York, también usa el yoga para ayudar a los niños hospitalizados para el tratamiento del cáncer y otras afecciones graves.
"Físicamente, el yoga ayuda a fortalecer los músculos que se han debilitado por la falta de movimiento y los estiramientos del yoga ayuda con la tensión muscular", explicó. "También sirve de ayuda para la incomodidad de estar tumbado en la cama o la incomodidad de un procedimiento".
Abrahams comentó que los niños más grandes se encuentran con que los aspectos meditativos del yoga pueden ayudar a reducir la ansiedad.
Los resultados de la investigación médica sobre el yoga son variados, según el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa de EE. UU., aunque los hallazgos tienden a ser más positivos que negativos.
Se ha descubierto que el yoga mejora la calidad de vida, reduce el estrés, la ansiedad, el insomnio, la depresión y el dolor de espalda. También se ha descubierto que reduce la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Y, quizá de forma nada sorprendente, se ha descubierto que el yoga mejora la condición física, la fuerza y la flexibilidad, según el centro de medicina alternativa.
La investigación no ha descubierto que el yoga sea útil para el asma. Y, las investigaciones sobre la artritis han obtenido resultados variados, de modo que todavía no se sabe si el yoga podría resultar útil para la artritis, según el centro.
Los expertos en salud indicaron, no obstante, que el yoga debería considerarse como una terapia complementaria y no como un reemplazo de la terapia estándar. Por ejemplo, si usted tiene hipertensión, el yoga podría ayudar a bajarla ligeramente, pero seguirá necesitando tomar los medicamentos para la hipertensión que le recetó su médico.
La buena noticia es que el yoga normalmente es muy seguro. Algunas personas (incluyendo las mujeres embarazadas y los que tengan hipertensión, glaucoma o dolor de la ciática) quizá necesitarían modificar las posturas para reducir la posibilidad de lesionarse.
Es importante empezar con una clase de principiantes y "dar pequeños pasos al principio", indicó Rohde. "No lo tome como si estuviera compitiendo con las demás personas de la clase".
Roy se mostró de acuerdo. "En nuestra cultura se dice que sin dolor no hay ganancia, pero el yoga sin duda alguna debería practicarse sin dolor", comentó, y sugirió que las personas que se inician en el yoga ni siquiera deberían participar en una clase al principio. "Siéntese al fondo de la sala, y observe la clase. Conozca un poco al profesor o la profesora para ver si es un lugar en el que se siente cómodo".
Los tres expertos describieron el yoga como una gran herramienta para los niños. "El yoga es seguro y efectivo, y se trata de un modo estupendo de crear un vínculo con su hijo, y para que su hijo tenga su propio sentido de sí mismo", comentó Abrahams. Tanto Roy como Rohde sugirieron que añadir el yoga a la educación física o en las clases de salud, si se enseña adecuadamente, podría resultar útil.
Por lo tanto, dado los beneficios en la salud del yoga, ¿por qué no lo prescriben más médicos a los pacientes? Roy considera que en gran parte se debe a la falta de concienciación de los beneficios potenciales, algo que los aficionados al yoga esperan que mejore en septiembre, que ha sido designado como el mes nacional de concienciación del yoga. Y la situación ya está cambiando, indicó.
"Cada vez hay más médicos conscientes de la relación del yoga y de la conexión mente-cuerpo con los asuntos médicos", señaló Roy. "Es mucho más aceptable ahora referir a un paciente a cosas como la acupuntura, la terapia de masaje y otras terapias alternativas".
FUENTES: Bess Abrahams, yoga therapist, Integrative Medicine and Palliative Care Team, Children's Hospital at Montefiore, New York City; Ruby Roy, M.D., certified yoga instructor, chronic disease physician, LaRabida Children's Hospital, Chicago; Rachel Rohde, M.D., orthopedic surgeon, Beaumont Health System, Royal Oak, Mich.