Por Ronnie y Cohen
La mitad de los pacientes los padecen y no son detectados
NUEVA YORK (Reuters Health) - Casi la mitad de los pacientes cardíacos mayores que participaron de un estudio padecía algún grado de pérdida de memoria y sus cardiólogos no lo habían detectado.
"La detección del deterioro de la memoria es muy importante en los adultos mayores con insuficiencia cardíaca", dijo por correo electrónico el autor principal del estudio, el doctor Olivier Hanon, del Hospital Broca en París.
Explicó que la pérdida de la memoria afecta la forma en la que los pacientes con insuficiencia cardíaca cumplen el tratamiento. Además, los trastornos cognitivos aumentan el riesgo de morir.
El equipo de Hanon estudió a 912 personas de 70 años o más que el año anterior habían estado internadas por insuficiencia cardíaca y que en el 2009 eran pacientes de uno de los casi 300 cardiólogos de Francia.
Los médicos calificaron la capacidad cognitiva de sus pacientes como normal o alterada antes de la realización de un test de memoria de cuatro palabras. Con los resultados de la prueba, los cardiólogos le diagnosticaron problemas de memoria a un 46 por ciento de los pacientes, cuando sólo lo habían hecho en el 12 por ciento de los casos antes del test, publicó el equipo en The American Journal of Cardiology.
Estudios previos habían asociado la enfermedad cardíaca con la pérdida de la memoria. En uno reciente, las adultas mayores con antecedentes cardíacos eran más propensas a padecer trastornos de memoria que aquellas con un corazón sano (ver noticia de Reuters Health del 3 de enero del 2014 en reut.rs/1di55am).
Pero, en este caso, la gran cantidad de diagnósticos pasados por alto sorprendió a Hanon.
"Básicamente, los pacientes con deterioro cognitivo, que () parecían 'normales', engañaron a los cardiólogos", dijo.
Por eso, recomendó evaluar la función cognitiva y la memoria durante la primera consulta cardiológica y, después, una vez por año. Pero el cardiólogo Liviu Klein, del Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco, no coincidió con esa rutina clínica.
Klein, que no participó del estudio, evalúa el deterioro de la memoria de sus pacientes antes de una terapia invasiva, como un trasplante cardíaco, que sería inapropiada en pacientes con demencia. Fuera de esos casos, opinó que la responsabilidad de la evaluación de la memoria debería recaer en los médicos de atención primaria.
Pero esos profesionales tampoco realizan evaluaciones cognitivas de rutina. Un estudio de Alemania, realizado en el 2010, demostró que sólo el 11-12 por ciento de los médicos generalistas reconocía el deterioro cognitivo leve de sus pacientes, según cita el equipo de Hanon.
El nuevo estudio demuestra que la gravedad de la pérdida de la memoria aumenta con la de la insuficiencia cardíaca. Pero esa relación podría atribuirse en parte a las diferencias en los niveles de educación, ejercicio, depresión y otras enfermedades entre pacientes con distintos estadios del trastorno cardíaco.
FUENTE: The American Journal of Cardiology