Padecen más abandono y abusos

Los niños sufren la brecha entre la riqueza y la pobreza

Los CDC estiman que las agencias estaduales y locales del país reciben seis derivaciones por maltrato infantil por minuto.

Por Kathleen Raven

En los condados de Estados Unidos donde los ingresos se dividen entre ricos y pobres solamente, los niños padecen más abandono y abusos, según revela un estudio de Estados Unidos.

El análisis de datos del Sistema Nacional de Abuso y Abandono Infantil y del relevamiento poblacional de la Oficina del Censo de Estados Unidos mostró que ese efecto sería aún mayor en los condados con altos niveles de pobreza.

Los CDC estiman que las agencias estaduales y locales del país reciben seis derivaciones por maltrato infantil por minuto.

No se puede asegurar que la desigualdad del ingreso causa el maltrato infantil, pero "sabemos que la hipótesis inversa no es real", dijo el autor principal del nuevo estudio, John Eckenrode, psicólogo de Cornell University, Ithaca, Nueva York.

"El maltrato infantil no produce desigualdad del ingreso. Además, en el estudio descartamos algunas explicaciones posibles, como el nivel educativo, la asistencia social, las tasas de pobreza infantil y las variaciones estaduales de las tasas de maltrato", agregó.

"Dado lo que ya conocemos, tiene sentido decir que la desigualdad del ingreso podría generar un contexto social para el maltrato infantil", sostuvo Kate Pickett, epidemióloga social de la Universidad de York, Reino Unido.

"Estos resultados se suman a la evidencia de que la desigualdad del ingreso nos daña a todos", agregó.

Los autores revisaron información de 3.142 condados estadounidenses durante el período 2005-2009 y hallaron que las tasas de maltrato infantil variaban ampliamente (entre el 0,2 y el 3,1 por ciento de la población infantil).

Con métodos estadísticos para medir la desigualdad del ingreso, el equipo detectó un aumento sostenido de la tasa de maltrato infantil a medida que lo hacía la desigualdad.

Esa relación se mantuvo tras considerar la pobreza y otros factores, como la configuración étnica de cada región, los niveles de educación y la cantidad de beneficiaros de la asistencia social.

Para la doctora Ruth Gilbert, epidemióloga clínica del University College de Londres, Reino Unido, las comunidades se polarizan aún más donde las desigualdades son más extremas.

"En los sitios donde el estado federal o estadual es el principal proveedor de servicios, como los cuidados de día y la educación, los niños más pobres se juntan con los niños de clase media y esto mejora la comprensión entre las dos clases sociales", aseguró.

Estudios previos habían demostrado que la desigualdad del ingreso genera un ambiente tóxico para la salud humana (ver noticia de Reuters Health del 9 de octubre del 2013 en http://reut.rs/17o0iAZ).

Aunque el estudio no prueba una relación de causalidad, Pickett dijo que "encaja bien en los mecanismos que impulsan la relación con la desigualdad del ingreso (...) Necesitamos actuar en las raíces de esas comunidades".

En Pediatrics, los autores sugieren aplicar un "enfoque integral" para resolver el problema.

Eckenrode propuso invertir el dinero estadual y federal para mejorar y ampliar los programas exitosos, como el que promueve una alianza entre la familia y una enfermera conocido como Nurse Family Partnership, que alcanza a apenas 30.000 familias por año en Estados Unidos.

"Podríamos ampliar aún más ese y otros programas", aseguró.

FUENTE: Pediatrics