Diferencias entre niños y niñas

Salir de la pobreza tiene efectos en la salud mental de los niños

Mudarse de un barrio pobre no tienen los mismos efectos en la salud mental de los niños que de las niñas.

NUEVA YORK (Reuters Health) - Mudarse de un barrio pobre no tienen los mismos efectos en la salud mental de los niños que de las niñas y habría que conocerlos mejor antes de diseñar las políticas habitacionales.

Un equipo observó que los varones de las familias que habían recibido vales para mudarse de los barrios pobres registraban tasas más altas de problemas de salud mental varios años después que los de las familias que no habían recibido esa asistencia.

Por otro lado, en las niñas, la mudanza de un barrio muy pobre estaba asociada con tasas más bajas de depresión y trastornos de conducta.

"Parecía que la mudanza ayudaba mucho a las mujeres y lastimaba mucho a los varones", dijo el autor principal, Ronald Kessler, de la Facultad de Medicina de Harvard Medical, Boston.

Su equipo publica en JAMA que estudios previos habían demostrado que los trastornos emocionales aumentan en los jóvenes de los barrios empobrecidos y que el riesgo persiste aun tras considerar otros factores individuales, como los antecedentes familiares de enfermedades mentales.

Esto sugiere que las características de la comunidad en la que vive una persona influirían en su salud mental, según comentan los autores.

En el período 1994-1998, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos (HUD, por su nombre en inglés) realizó un experimento conocido como Moving to Opportunity, en inglés, con unas 4.500 familias con niños pequeños de zonas muy pobres.

Al azar, esas familias recibieron vales para mudarse a barrios no tan pobres o ninguna asistencia.

El primer análisis de resultados, que se realizó entre los cuatro y siete años posteriores, mostró que las familias que habían recibido los vales vivían en barrios de mejor calidad.

Y mientras que en las niñas se observó una reducción del estrés y la depresión, en los varones hubo un aumento de los problemas de conducta.

El nuevo estudio es un análisis de una muestra de 2.872 de esos niños entre 10 y 15 años después del ingreso de sus familias al experimento.

Los resultados fueron similares a los del primer análisis: el 7 por ciento de los varones de las familias que habían recibido el vale tenían depresión, comparado con el 4 por ciento de los varones de las familias que no habían accedido a ese beneficio.

Además, los primeros eran más propensos que los del grupo control a padecer estrés postraumático y problemas de conducta.

La tasa de trastorno de estrés postraumático (TEPT) en los varones (4,4 por ciento) es similar a la hallada en estudios previos sobre soldados que regresan del combate, según aclaran los autores.

Y el riesgo de desarrollar TEPT era tres veces más alto en los varones de las familias que habían recibido el vale que en los del grupo control.

En cambio, el 7 por ciento de las mujeres de las familias que habían recibido el vale tenían depresión, comparado con el 11 por ciento de las del grupo control.

Las hijas de ese primer grupo de familias también eran menos propensas que las del otro grupo a desarrollar trastornos de conducta.

FUENTE: JAMA