Por Andrew y M. y Seaman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una serie de ejercicios simples en el hogar ayuda a los adultos mayores a recuperar la movilidad y la independencia después de la recuperación de una fractura de cadera, según demuestra un estudio.
Los participantes que pusieron en práctica el programa físico de seis meses lograron ponerse de pie y caminar, subir escaleras y realizar otras actividades diarias significativamente mejor que un grupo que sólo realizó la rehabilitación tradicional.
"Descubrimos que un programa con bajo nivel de contacto y contención aumentó significativamente la funcionalidad y la movilidad de los adultos mayores en seis meses", dijo la autora principal, Nancy Latham, del Instituto de Investigación de la Salud y la Discapacidad de Boston University.
Las fracturas de cadera suelen ser el inicio de un deterioro acelerado de la salud de los adultos mayores.
El equipo de Latham publica en JAMA que estudios previos habían hallado que la mitad de los hombres y un tercio de las mujeres vive en un hogar de cuidados especiales o murió a los dos años de haber sufrido una fractura de cadera. Pero las investigaciones también demuestran que meses de fisioterapia intensiva ambulatoria mejora la funcionalidad, la movilidad y otros indicadores, según dijo la autora.
"Es bueno saber que da resultado, aunque eso no ocurrió en un entorno real", sostuvo.
Para probarlo en un ambiente más real, el equipo reunió a 232 mayores de 60 años (78 en promedio) de Boston que habían sufrido una fractura de cadera. Todos habían completado un programa de rehabilitación física en los 20 meses previos.
Al azar, participaron de uno de dos grupos.
Uno, de 120 personas, aprendió cómo realizar una serie de ejercicios en el hogar durante tres o cuatro consultas con un fisioterapeuta. Esos ejercicios incluían movimientos cotidianos, como ponerse de pie y subir o bajar escaleras, y los debían realizar tres veces por semana durante seis meses. Además, recibieron un DVD sobre el programa.
El otro grupo (control), de 112 participantes, accedió a información nutricional durante consultas domiciliarias, llamadas telefónicas o correo convencional.
A todos los participantes les evaluaron el rendimiento físico, la movilidad y la capacidad para realizar las actividades diarias al inicio del estudio, a los seis y a los nueve meses.
El grupo que realizó los ejercicios ingresó al estudio con un promedio de 6,2 puntos en una escala de rendimiento físico de entre cero y 12 puntos (a mayor puntaje, mayor funcionalidad), mientras que el grupo control lo hizo con seis puntos.
A los seis meses, los grupos obtuvieron, respectivamente, 7,2 y 6,2 puntos. Esa diferencia de 0,8 puntos entre los grupos equivale a un aumento de la funcionalidad que no pasa desapercibida para los pacientes.
El programa de ejercicio también mejoró la movilidad y la funcionalidad durante las tareas cotidianas versus la información nutricional, aunque de una manera que los pacientes no advertirían fácilmente.
Los resultados se mantuvieron a los tres y a los nueve meses.
"El mensaje de este estudio es que cuando una persona sufre de una fractura de cadera, aún queda mucho por mejorar después de finalizar la terapia de rehabilitación habitual", sostuvo la autora.
FUENTE: JAMA