NUEVA YORK (Reuters Health)
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, por lo que cuando el reemplazo de la cadera con artritis o la articulación lesionada de la rodilla permite que los pacientes vuelvan a hacer actividad física también se reduce aquél riesgo, se informó durante la Reunión Anual 2014 de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (AAOS, por su nombre en inglés) en Nueva Orleans.
"Siempre nos interesaron las recomendaciones de la Asociación Estadounidense del Corazón sobre la actividad física, que no nos parecían especialmente difíciles de cumplir", comentó por vía telefónica el autor principal, doctor Bheeshma Ravi, de la Universidad de Toronto en Canadá.
"Mi equipo, con la dirección de la doctora Gillian Hawker, y otros científicos hallamos que la artritis de rodilla grave que dificulta caminar parecía estar sólidamente asociada con el riesgo de morir", agregó Ravi.
Ahora, su equipo estudió si la artroscopia total de la articulación (TJA, por su nombre en inglés) sería una intervención cardioprotectora en los pacientes con osteoartritis (OA) moderada a grave. Para eso, utilizó datos de 2200 pacientes con OA de cadera o rodilla y con 55 años o más al ingresar al estudio (entre 1996 y 1998). El seguimiento duró hasta el 2011.
Al comparar 162 pares de participantes por edad y género, el equipo halló que los pacientes tratados con TJA dentro de los tres años posteriores a la evaluación de referencia eran casi un 40 por ciento menos propensos a tener una complicación cardíaca grave o morir (resultado compuesto) que aquellos que no habían accedido a ese tratamiento (HR=0,63; p=0,0005).
La TJA redujo un 13,6 por ciento el riesgo de padecer un evento cardíaco grave o morir en siete años. "Esto merece más investigación -opinó Ravi-. Es posible que el reemplazo articular en los pacientes con artritis sirva también para mitigar otras comorbilidades, como las enfermedades cardíacas, con la única salvedad de que es un hallazgo muy provocador (las personas no suelen pensar que el reemplazo articular tendrá algún otro efecto en la salud) y es importante que otros estudios lo exploren y lo repliquen".
"Pero, ahora, se está empezando a mirar a la artritis no sólo como una enfermedad de las articulaciones, sino también como un factor de impacto en las comorbilidades", agregó.
El doctor Kevin Bozic de la Universidad de California en San Francisco, y presidente del Consejo de Investigación y Calidad de la AAOS, coincidió en que tiene sentido pensar que mejorar la movilidad tenga muchos beneficios para la salud.
"Conozco al equipo, que trabaja muy bien. La conclusión de este tipo de estudio es que ya conocemos los beneficios del manejo quirúrgico de la artritis en términos de alivio del dolor y mejoría de la calidad de vida y la funcionalidad, pero nunca pensamos en términos de supervivencia o riesgo de muerte u otras complicaciones", dijo Bozic por vía telefónica.
"Este estudio -agregó- demuestra que además de aliviar el dolor y mejorar la movilidad, la intervención tiene beneficios secundarios (...) de modo que este estudio aporta más evidencia de la utilidad del manejo quirúrgico de la artritis, en especial del reemplazo de la articulación de la rodilla, que va más allá del manejo del dolor y la funcionalidad".