Fibrilación auricular

Incluso el consumo moderado de alcohol podría producir arritmias

Pero el hallazgo se sostuvo solo para el vino y el licor, no para la cerveza, anotan los investigadores.

Fuente: Medlineplus

Robert Preidt

Las personas que beben incluso una copa o dos al día de vino o licor podrían aumentar sus probabilidades de una forma potencialmente peligrosa de arritmia cardiaca, sugiere un estudio reciente.

El estudio no halló una tendencia similar entre los que bebían cerveza de forma moderada, ya que no parecieron aumentar su riesgo de arritmia, conocida como fibrilación auricular.

Según los investigadores, cuyo informe aparece en la edición del 14 de julio de la revista Journal of the American College of Cardiology, la fibrilación auricular es un latido cardiaco anómalamente rápido que puede resultar en un accidente cerebrovascular y en insuficiencia cardiaca.

Es posible que la intensidad de las sesiones de ingesta de alcohol tenga que ver en el riesgo de la afección, dijeron los investigadores suecos.

El efecto "podría ser menos pronunciado si el consumo de alcohol se distribuye durante la semana en lugar del consumo de unas cantidades más altas de alcohol durante unos días de la semana", comentó en un comunicado de prensa de la revista la autora del estudio, Susanna Larsson, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.

El equipo de Larsson analizó datos de más de 79,000 suecos adultos, entre los 45 y los 83 años de edad, que suministraron información sobre sus niveles de consumo de alcohol y a quienes se dio seguimiento durante hasta 12 años. En ese periodo, hubo más de 7,200 casos de fibrilación auricular entre los participantes.

Al igual que en estudios anteriores, este nuevo trabajo halló que el consumo empedernido de alcohol (más de tres copas al día) se asociaba con un mayor riesgo de fibrilación auricular. Lo mismo sucedió con los atracones de bebida, que se definen como consumir cinco o más copas de seguido.

El nuevo estudio también halló que el consumo moderado (de una a tres copas al día) de vino o licor se asociaba con un aumento en el riesgo de fibrilación auricular. Pero el consumo moderado de cerveza no aumentó el riesgo.

¿Por qué la cerveza no resultó culpable? Los investigadores plantearon una teoría.

"Es probable que la cerveza se consuma con más regularidad durante la semana, mientras que el vino y el licor se consumen con más frecuencia solo en los fines de semana", dijo Larsson.

Su equipo analizó datos de seis estudios anteriores que incluyeron a un total de más de 12,500 casos de fibrilación auricular. Ese análisis halló que cada copa adicional al día de cualquier tipo de alcohol aumentaba el riesgo de arritmia cardiaca en un 8 por ciento.

Ambos ensayos solo podían apuntar a una asociación entre los niveles de consumo de alcohol y el riesgo de fibrilación auricular, pero no podían probar causalidad.

Pero los nuevos hallazgos podrían dificultar que los consumidores sepan qué nivel de consumo de alcohol es bueno o malo para ellos, apuntó una experta en el corazón.

La Dra. Evelina Grayver es directora de la Unidad de Atención Coronaria del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York. Anotó que algunos estudios de alto perfil publicados anteriormente han sugerido que una o dos copas al día podrían en realidad mejorar la salud cardiaca.

"Ahora, este estudio nos hace equilibrar el hecho ya conocido sobre una reducción en el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular asociada con un consumo de alcohol de bajo a moderado, con el potencial de un aumento en el riesgo de fibrilación auricular", señaló.

Grayver considera que, al final, no hay una directriz "universal" sobre el consumo de alcohol y la salud cardiovascular. Aconseja a las personas "estar conscientes de sus propios factores de riesgo para la fibrilación auricular (hipertensión, diabetes, edad, antecedentes de insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular) y darse cuenta de que el consumo de alcohol podría hacer más mal que bien en ciertos pacientes individuales".


FUENTES: Evelina Grayver, M.D., director, Coronary Care Unit, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y.; Journal of the American College of Cardiology.