Día mundial de la prevención del suicidio

Cada 40 segundos se suicida una persona, 800.000 al año

La OMS reclama una acción coordinada para reducir los suicidios en el mundo.

Fuente: Agencia SINC


La Organización Mundial de la Salud ha hecho público hoy un documento pionero sobre la prevención del suicidio que reúne 10 años de investigación y datos de países de todo el mundo. La institución propone una acción coordinada para reducir estos sucesos en todo el mundo.

El suicidio es una de las principales causas de muerte. Más de 800 000 personas mueren por esta causa cada año –aproximadamente una cada 40 segundos–, según el primer informe mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la prevención del suicidio.

75% de los suicidios se producen en países de ingresos bajos y medianos

Tal y como expone el documento publicado hoy, alrededor del 75% de los suicidios se producen en países de ingresos bajos y medianos. El envenenamiento con pesticidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes para llevarlo a cabo.

Las estadísticas de Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, EE UU y varios países europeos revelan que limitar el acceso a los medios empleados puede ayudar evitar las altas tasas registradas.

Otra clave para la reducción de muertes por suicidio es un compromiso de los gobiernos nacionales para el establecimiento y aplicación de un plan de acción coordinado. En la actualidad, solo 28 países poseen estrategias nacionales de prevención.

En la actualidad, solo 28 países poseen estrategias nacionales de prevención del suicidio

La OMS recomienda a los países que impliquen a una serie de departamentos gubernamentales en el desarrollo de una respuesta integral y coordinada. “Es necesario el compromiso de alto nivel no solo dentro del sector de la salud, sino también dentro de la educación, el empleo, el bienestar social y los departamentos judiciales”.

Las cifras del suicidio en el mundo

El informe incluye las tendencias por edad, sexo y región del mundo. Así, las tasas mundiales de suicidio son más altas en las personas mayores de 70 años. En algunos países, sin embargo, las cifras más altas se encuentran entre los más jóvenes.

Aunque el suicidio se produce en todo el mundo y puede ocurrir a cualquier edad, los expertos de la OMS destacan que es la segunda causa de muerte en el mundo entre los 15 y los 29 años.

"Este informe es una llamada de atención para hacer frente a un gran problema de salud pública que ha sido un tabú durante demasiado tiempo", ha explicado Margaret Chan, directora general de la OMS.

En general, mueren más hombres por suicidio que mujeres. Los hombres mayores de 50 años y más son particularmente vulnerables. En los países de ingresos bajos y medios, los adultos jóvenes y las mujeres de edad avanzada tienen mayores tasas de suicidio que sus contrapartes en los países de ingresos altos.

Los suicidios se pueden prevenir

Además de reducir el acceso a los métodos de suicidio, otras medidas eficaces incluyen la información responsable en los medios de comunicación. A este respecto, la OMS propone evitar el lenguaje sensacionalista y la descripción explícita de los recursos utilizados.

El lanzamiento del informe se produce justo una semana antes del Día Mundial de Prevención del Suicidio, celebrado el 10 de septiembre de cada año

Además, estima necesaria la identificación y el tratamiento de los trastornos mentales de forma precoz tanto dentro de las comunidades como por parte de los trabajadores de la salud en particular, que deben mantener el seguimiento a través de contactos regulares, incluso por teléfono o visitas a domicilio, en personas que han intentado suicidarse, pues corren el mayor riesgo de volver a intentarlo.

"No importa en qué situación se encuentre un país en la prevención del suicidio en la actualidad", ha subrayado Alexandra Fleischmann, científico del departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, " se pueden tomar medidas efectivas, incluso empezando dentro de las comunidades y a pequeña escala".

El lanzamiento del informe se produce justo una semana antes del Día Mundial de Prevención del Suicidio, celebrado el 10 de septiembre de cada año. Para la institución, la efeméride ofrece una oportunidad para crear conciencia sobre el suicidio y su prevención en todo el mundo.

Objetivo mundial

En el Plan de Acción de Salud Mental de la OMS 2013-2020, los estados miembros de la organización se han comprometido a trabajar para conseguir cumplir el objetivo mundial de reducir la tasa de suicidios un 10% en 2020.

Más información: WHO report: Preventing suicide: a global imperative. http://www.who.int/suicide/


Más de 10.000 suicidios en Europa y Norteamérica están relacionados con la crisis

La recesión económica actual puede estar relacionada con más de 10.000 suicidios en toda Europa y América del Norte entre 2008 y 2010. Así concluye un nuevo estudio que muestra cómo la pérdida del empleo, las deudas y los problemas hipotecarios aumentan el riesgo de pensamientos suicidas.

SINC

La crisis económica que afecta a todos los países del mundo desde 2008 hasta la actualidad se originó en EE UU. Una de sus consecuencias más dramáticas son los llamados 'suicidios económicos’, es decir, las muertes voluntarias por razones financieras.

Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (ambas en Reino Unido) revela que esta gran crisis se asocia con al menos 10.000 suicidios entre 2008 y 2010. Estos suicidios se consideran económicos.

Los resultados, publicados en The British Journal of Psychiatry, muestran que las tasas de suicidio aumentaron considerablemente en 24 países de la Unión Europea (UE), Canadá y EE UU después de 2007, y el incremento fue cuatro veces más alta entre los hombres.

Las tasas de suicidio aumentaron en 24 países de la Unión Europea, Canadá y EE UU después de 2007

El equipo analizó los últimos datos de suicidio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y observó que la tendencia a la baja en la UE se invirtió cuando comenzó la crisis económica, aumentando un 6,5% en 2009 y continuando en el nivel más alto hasta 2011. En Canadá los suicidios se incrementaron un 4,5% entre 2007 y 2010; mientras que en EE UU la tasa creció un 4,8% durante el mismo periodo.

Los autores del informe, Aaron Reeves, Martin McKee y David Stückler, argumentan que los datos sobre los suicidios debidos a la penuria económica son una estimación “conservadora” y mantienen que el aumento es “sustancialmente mayor de lo que cabría esperar”.

“El incremento de los suicidios no se ha observado en todas partes”, explica a Sinc Reeves, del departamento de Sociología de Oxford. “Algunos países han logrado evitar que aumenten, lo que sugiere que la política pública puede mitigar el impacto de las crisis económicas sobre la salud mental y, potencialmente, el suicidio”.

El estudio revela que la pérdida de empleo, los embargos de las propiedades y las deudas son los principales factores de riesgo que conducen al suicidio durante las crisis económicas. Además, mientras la mayoría de los suicidios ocurren entre las personas con depresión clínica, hasta la fecha hay pocas pruebas de que los tratamientos con antidepresivos protejan del riesgo de suicidarse.

“La política pública puede mitigar el impacto de las crisis económicas sobre la salud mental y, potencialmente, el suicidio”

Sin embargo, el trabajo señala que las tasas de prescripción de este tipo de fármacos han aumentado notablemente en algunos países durante la actual recesión. En Reino Unido, entre 2003 y 2007 se produjo un incremento del 11% en la prescripción de antidepresivos, que alcanzó el 19% entre 2007 y 2010.

Invertir en salvar vidas

La investigación afirma que las naciones que invierten en políticas para activar el mercado laboral reducen el riesgo de suicidio. Los autores calculan que por cada 100 dólares por habitante dedicados a programas que ofrecen asistencia a los desempleados –formación, ayuda en la búsqueda de empleo, subsidio de desempleo–, el riesgo de suicidio se reduce en un 0,4%. Así, Austria, Suecia y Finlandia aparecen como ejemplos de países en los que la tasa de suicidio no ha aumentado de manera notable a pesar del aumento del desempleo durante la recesión.

David Stuckler, también de la Universidad de Oxford, apunta que los suicidios son solo la punta del iceberg: “Estos datos revelan una inminente crisis de salud mental en Europa y América del Norte. En estos tiempos económicos tan difíciles, es fundamental buscar la manera de proteger a los que probablemente sean los más afectados”.

Referencia bibliográfica: Aaron Reeves, Martin McKee y David Stückler. Economic suicides in Europe and North America's Great Recessions. The British Journal of Psychiatry, 12 June 2014.


OMS

El problema

Cada año se suicidan casi un millón de personas, lo que supone una tasa de mortalidad "global" de 16 por 100 000, o una muerte cada 40 segundos.

En los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial. El suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años en algunos países, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años; y estas cifras no incluyen los tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de suicidio consumado.

Se estima que a nivel mundial el suicidio supuso el 1,8% de la carga global de morbilidad en 1998, y que en 2020 representará el 2,4% en los países con economías de mercado y en los antiguos países socialistas.

Aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, las tasas entre los jóvenes han ido en aumento hasta el punto de que ahora estos son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo.

Los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol) son un importante factor de riesgo de suicidio en Europa y América del Norte; en los países asiáticos, sin embargo, tiene especial importancia la conducta impulsiva. El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.

Intervenciones eficaces

Las estrategias que contemplan la restricción del acceso a métodos comunes de suicidio, por ejemplo armas de fuego y sustancias tóxicas como plaguicidas, han demostrado ser eficaces para reducir las tasas de suicidio, no obstante lo cual se deben adoptar enfoques multisectoriales con muchos niveles de intervención y actividades.

Los datos disponibles demuestran de forma contundente que la prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso de alcohol y de sustancias reducen las tasas de suicidio, al igual que el contacto de seguimiento con quienes han intentado suicidarse.

Desafíos y obstáculos

A nivel mundial, la prevención del suicidio es una necesidad que no se ha abordado de forma adecuada debido básicamente a la falta de sensibilización sobre la importancia de ese problema y al tabú que lo rodea e impide que se hable abiertamente de ello. De hecho, solo unos cuantos países han incluido la prevención del suicidio entre sus prioridades.

La fiabilidad de los sistemas de certificación y notificación de los suicidios requiere importantes mejoras.
Es evidente que la prevención del suicidio requiere también la intervención de sectores distintos del de la salud y exige un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la participación tanto del sector de la salud como de otros sectores, como por ejemplo los de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política y los medios de comunicación.