Un mini accidente cerebrovascular (ACV) quizá no provoque daños físicos duraderos, pero podría aumentar el riesgo de sufrir un trastorno por estrés postraumático (TEPT), según un estudio reciente de tamaño reducido.
Casi un tercio de los pacientes que han sufrido un mini ACV, conocido como ataque isquémico transitorio (AIT), presentaron los síntomas de un TEPT, que incluyen depresión, ansiedad y una peor calidad de vida, afirmaron los investigadores.
"En la actualidad, los médicos consideran el AIT como un trastorno bastante benigno", comentó la coautora del estudio, Kathrin Utz, investigadora del departamento de neurología de la Universidad de Erlangen-Núremberg, en Alemania.
Sin embargo, Utz y sus colaboradores hallaron que desde la perspectiva del paciente, un AIT no es tan benigno.
"Hallamos que uno de cada tres pacientes presentan un TEPT, que quizá es más conocido como un problema observado en las personas que han sobrevivido a guerras y a desastres naturales", dijo Utz.
El TEPT puede presentarse cuando una persona experimenta un evento aterrador que representa una amenaza seria, explicó. "Lleva a que la persona experimente síntomas como la preocupación, las pesadillas, los recuerdos vívidos y el aislamiento social", señaló.
Los hallazgos se basan en los formularios rellenados por 108 voluntarios del estudio tres meses después de sufrir un AIT. Las respuestas también revelaron que aproximadamente el 14 por ciento presentaban una calidad de vida mental peor después del mini ACV, y el 6.5 por ciento tenían una peor calidad de vida física.
La media de edad de los participantes era de 70 años, según el estudio, publicado el 2 de octubre en línea en la revista Stroke.
El AIT es una afección neurológica bastante habitual. Cinco de cada 1,000 personas sufrirán uno en algún momento de su vida, dijo Utz. Al igual que el ACV, los ataques isquémicos transitorios son provocados por la restricción del suministro sanguíneo al cerebro.
"Los AIT son breves episodios de síntomas como los de los ACV, como la aparición repentina de un entumecimiento, debilidad o parálisis, el habla poco clara, la pérdida del lenguaje, la pérdida repentina de la memoria, la visión borrosa, confusión y dolores de cabeza fuertes", explicó Utz. "Sin embargo, al contrario que en un ACV, no quedan daños residuales".
Los AIT se consideran una señal de aviso de ACV. Es importante que los pacientes que experimentan uno de esos mini ACV acudan al médico, dijo Utz.
No está totalmente clara la razón por la que algunos pacientes presentan un trastorno por estrés postraumático después de un AIT y otros no, señaló.
"Sin embargo, lo que sabemos hasta ahora es que los pacientes más jóvenes y los pacientes que en general tienen dificultades de afrontar el estrés son más propensos a sufrir problemas psicológicos después de un AIT", indicó Utz.
"También descubrimos que los pacientes que sobrestiman su riesgo de sufrir un ACV en el futuro también son más propensos a presentar problemas psicológicos", añadió.
Estos hallazgos sugieren que se debería prestar una atención particular a los pacientes jóvenes. Enseñar unas mejores habilidades de afrontamiento del estrés y explicar con cuidado a los pacientes cuál es el riesgo realista de sufrir un ACV podría ayudar a prevenir la aparición de un TEPT después de un ataque isquémico transitorio, dijo Utz.
El Dr. Ralph Sacco, presidente de neurología de la Facultad Miller de Medicina de la Universidad de Miami, planteó que es importante ver un ataque isquémico transitorio como una oportunidad para el cambio.
"Incluso un AIT puede asustar a algunos pacientes y dejar un impacto duradero en los niveles de ansiedad y resultar en un TEPT", dijo.
"A menudo aconsejo a los pacientes que controlen su riesgo y reconozcan que pueden hacer algo para reducir sus probabilidades de ACV", dijo.
Sufrir un AIT puede ser una llamada a la acción con respecto a las conductas del estilo de vida, como la dieta, el ejercicio, fumar y la obesidad, y ser más consciente de la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre, comentó Sacco.
"El ACV es en gran medida prevenible, de modo que es importante no sentirse indefenso tras un AIT, sino más bien sentirse fortalecido con respecto a tomar el control de su salud", señaló.
FUENTES: Kathrin Utz, Ph.D., postdoctoral researcher, department of neurology, University of Erlangen-Nuremberg, Germany; Ralph Sacco, M.D., chairman, neurology, University of Miami Miller School of Medicine, Miami, Fla.; Oct. 2, 2014, Stroke.