Una de cada tres personas diagnosticadas de cáncer también acaban sufriendo un trastorno de salud mental, como, por ejemplo, ansiedad o depresión, según un nuevo estudio alemán.
Muchas personas parecen afrontar bien el estrés natural de un diagnóstico de cáncer, pero para aproximadamente el 32 por ciento de los pacientes de cáncer, el diagnóstico puede llevarles a sufrir un trastorno psicológico en toda regla, afirmó la autora del estudio, Anja Mehnert, profesora de oncología psicológica en la Universidad de Leipzig, en Alemania.
Esa cifra es mucho mayor que el 20 por ciento de la tasa de trastornos mentales de la población general, señaló. Es importante indicar que aunque el estudio vincula con firmeza el cáncer y los trastornos de salud mental, no fue diseñado para demostrar que tener cáncer causara directamente algún trastorno de salud mental.
" [Nuestros] hallazgos refuerzan la idea de que, como médicos, tenemos que ser muy conscientes de los signos y síntomas del distrés mental y emocional", señaló Mehnert. "Debemos animar a los pacientes a que busquen evaluación, apoyo y tratamiento si es necesario, ya que hay riesgos a largo plazo que a menudo se asocian con los trastornos de salud mental más graves y no tratados".
En un giro de los acontecimientos interesante, Mehnert y sus colaboradores hallaron que las pacientes de cáncer de mama tenían el doble de probabilidades de sufrir un trastorno mental que las personas que tenían formas que normalmente son más letales de cáncer, como el cáncer de estómago o de páncreas.
"De algún modo nos sorprendió, porque el cáncer de mama es uno de los más tratables y la mayoría de las mujeres tienen un pronóstico muy positivo", señaló.
Los investigadores del estudio realizaron entrevistas en persona a más de 2,100 alemanes con cáncer. Tenían entre 18 y 75 años de edad. Los investigadores usaron preguntas estandarizadas para determinar si los pacientes de cáncer tenían problemas de salud mental clasificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), la herramienta estándar para los diagnósticos usada por los profesionales de la salud mental.
Hallaron que ligeramente más del 40 por ciento de los pacientes con cáncer de mama, cabeza y cuello, y con un melanoma maligno también, tenían al menos un trastorno mental, según el estudio. Las tasas más bajas de trastornos mentales, aproximadamente del 20 por ciento, se produjeron en los pacientes con cáncer de páncreas, de próstata, de estómago o de esófago, según el estudio.
Los trastornos mentales más comunes que afectan a los pacientes de cáncer eran los trastornos de ansiedad y de adaptación, según el estudio. Los trastornos de adaptación se producen cuando una persona no puede afrontar una crisis vital y no es capaz de funcionar diariamente o mantener relaciones con los que le rodean, dijo Mehnert.
Mehnert dijo que los trastornos de adaptación probablemente motiven el aumento general de la tasa de trastornos mentales para los pacientes de cáncer, dado que la tasa de trastornos de ansiedad de estos pacientes es tan parecida a la de la población general.
Hay una serie de razones posibles por las que las pacientes de cáncer de mama son más propensas a tener un diagnóstico de un trastorno mental, según Mehnert y Kevin Stein, director del Centro de Investigación del Comportamiento de la Asociación Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society). Stein no participó en la investigación actual, pero revisó los hallazgos del estudio.
Ambos afirmaron que el sexo de la persona podría influir. "Las mujeres tienden a expresar su distrés emocional más abiertamente que los hombres", comentó Stein. Mehnert añadió que los efectos físicos del tratamiento contra el cáncer (incluyendo la mastectomía) podrían ser una "gran amenaza para la identidad de una mujer".
La naturaleza altamente activa y muy involucrada de la comunidad del cáncer de mama también podría animar a las pacientes a expresar más abiertamente sus sentimientos, dijo Stein. Las mujeres también podrían estar más preocupadas por la recurrencia del cáncer, incluso si el tratamiento inicial tiene éxito.
Mehnert y Stein no coincidieron con respecto a si los hallazgos alemanes podrían aplicar a los pacientes estadounidenses. Mehnert dijo que es probable, dadas las similitudes culturales entre Alemania y los Estados Unidos. Pero Stein advirtió que los hallazgos probablemente no apliquen fuera de Alemania.
Ambos expertos se mostraron de acuerdo en que los oncólogos y los demás médicos han de estar atentos a las señales de distrés psicológico y referir a los pacientes a un profesional de salud mental si parece que están teniendo dificultades de afrontamiento.
Mehnert también sugirió que los pacientes de cáncer busquen ayuda si sienten que la necesitan.
"Es normal sentir distrés si se tiene cáncer. No es inusual contraer un trastorno mental", afirmó. "Así que no hay de qué avergonzarse. Muchas personas todavía creen que si acuden a un profesional de salud mental es que son débiles o no son capaces de afrontar bien su enfermedad. Eso no es así".
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 6 de octubre de la revista Journal of Clinical Oncology.
FUENTES: Anja Mehnert, Ph.D., professor of psychosocial oncology, University of Leipzig, Germany; Kevin Stein, Ph.D., managing director, Behavioral Research Center, American Cancer Society; Oct. 6, 2014 Journal of Clinical Oncology.