Un nuevo tipo de medicamento para el colesterol podría reducir drásticamente los niveles del colesterol “malo” LDL en personas que no responden bien a las medicinas que se recetan comúnmente para este problema, llamadas estatinas, según confirmó un nuevo análisis de estudios.
Los medicamentos, conocidos como inhibidores de PCSK9, aún no llegan al mercado, pero se espera que la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA) tome una decisión este año sobre los primeros dos de este tipo: evolocumab (Repatha) y alirocumab (Praluent).
El análisis de 24 ensayos clínicos descubrió que los inhibidores de PCSK9 reducían el nivel de colesterol LDL en un 47 por ciento en promedio.
Más importante aún, los medicamentos parecen disminuir el riesgo de ataque cardiaco o muerte por enfermedad cardiaca, según los científicos.
Sin embargo, los expertos exhortaron a ser cuidadosos: los ensayos han sido a corto plazo hasta ahora, y no queda claro si estos nuevos medicamentos para el colesterol en verdad extienden la vida de los pacientes, según el doctor Seth Martin, cardiólogo de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
“Aun así, estos primeros resultados son emocionantes, y somos prudentemente optimistas”, dijo Martin, que fue coautor de un editorial que se publicó junto con el estudio.
El estudio se publicó en línea el 28 de abril en Annals of Internal Medicine.
Durante mucho tiempo las estatinas han sido el tratamiento estándar para disminuir los niveles de colesterol LDL, según la información de antecedentes que acompañan el estudio. Otros estudios han demostrado que éstas pueden ayudar a prevenir ataques cardiacos, ataques cerebrales y otras complicaciones cardiovasculares.
Pero para algunos, las estatinas causan un dolor muscular insoportable. “Estos pacientes serían los candidatos ideales para los inhibidores de PCSK9”, dijo Martin.
Para otras personas, las estatinas simplemente no funcionan, como es el caso de las personas que tienen una afección hereditaria llamada hipercolesterolemia familiar, que causa niveles de colesterol LDL muy elevados y ataques cardiacos en una edad temprana. Éste es otro grupo que se podría beneficiar de los nuevos medicamentos, indicó Martin.
”La hipercolesterolemia familiar no es rara”, señaló. “Afecta a una de cada 300 a 500 personas”.
De los ensayos que formaron parte de este análisis, la mitad se hizo con gente con hipercolesterolemia familiar. Otras pruebas se concentraban en las personas que habían suspendido las estatinas por sus efectos secundarios.
Según el estudio, los inhibidores de PCSK9 funcionan al bloquear una proteína en el hígado que ayuda a regular el LDL. Estos nuevos medicamentos no parecen causar los problemas musculares que las estatinas producen.
Sin embargo, eso no quiere decir que son completamente seguros. Martin comentó que la principal preocupación que ha surgido de los ensayos son los posibles “efectos neurocognitivos”. Por ejemplo, algunos pacientes del estudio han reportado problemas como confusión y problemas para poner atención. Sin embargo, Martin señaló que no está claro si los inhibidores PCSK9 fueron la causa detrás de estos problemas.
El asunto, “está siendo vigilado de cerca por la FDA. Eso es alentador”, añadió.
Para el análisis, un grupo de investigadores encabezados por el doctor Eliano Navarese, de la Universidad Heinrich Heine en Dusseldorf, Alemania, reunieron los resultados de 24 ensayos clínicos con más de 10,000 pacientes. Algunos compararon los inhibidores de PCSK9 contra un placebo (tratamiento inactivo), mientras que otros usaron la medicina ezetimiba (Zetia).
En general, los científicos encontraron que estos nuevos medicamentos disminuyen el nivel de colesterol LDL en mayor grado. También disminuyen aproximadamente a la mitad el riesgo de ataque cardiaco o muerte.
El problema, insistió Martin, es que se trató de estudios cortos, y pocas personas tuvieron complicaciones. Dijo que se necesitan estudios de plazos más largos para demostrar que los medicamentos previenen ataques cardiacos y extienden la vida de los pacientes sin tener efectos secundarios graves.
La doctora Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva en el Hospital Lenox Hill en Nueva York, coincidió en que los resultados son alentadores hasta ahora.
“Para todos los pacientes que no pueden tomar estatinas, por fin puede haber una opción que cambie sus resultados”, dijo Steinbaum, quien no participó en el estudio.
Pero, añadió, “necesitamos esperar con paciencia la nueva fase de ensayos para ver si los resultados clínicos son tan prometedores como sugieren los primeros ensayos”.
Aun en caso de que se aprueben los inhibidores PCSK9, todavía quedan algunos obstáculos.
En primer lugar, este medicamento debe ser inyectado por el paciente, lo que puede ser problemático para algunas personas, si bien estas inyecciones sólo se aplican una o dos veces al mes, señaló Martin.
“Habrá quienes prefieran eso a tomar una pastilla diaria” dijo.
Otro problema es el costo. Los inhibidores de PCSK9 son medicamentos especializados conocidos como anticuerpos monoclonales que son resultado de alterar en un laboratorio versiones de anticuerpos humanos. No son baratos.
Según un cálculo de CVS Health, uno de los asesores de beneficios farmacéuticos más grandes de Estados Unidos, estos medicamentos podrían costar hasta $12,000 dólares al año por paciente.
Considerando que muchos estadounidenses toman medicinas para el colesterol durante años o inclusive décadas, CVS señala que se elevaría mucho el costo para el sistema de salud.
FUENTES: Seth Martin, M.D., miembro clínico y de investigación, Instituto Cardiaco y Vascular Johns Hopkins, Baltimore; Suzanne Steinbaum, D.O., cardióloga preventiva, Hospital Lenox Hill, Nueva York; Annals of Internal Medicine.