El peso y los niveles de actividad física podrían afectar el riesgo de un tipo particular de cáncer cerebral, sugiere una investigación reciente.
El exceso de peso se asoció con un riesgo más alto de un tipo de cáncer cerebral, el meningioma. La obesidad aumentó el riesgo de meningioma en un 54 por ciento, y tener sobrepeso aumentó ese riesgo en un 21 por ciento, encontró el estudio.
Por otro lado, las personas que eran físicamente activas redujeron el riesgo de meningioma en un 27 por ciento, dijeron los investigadores.
"Hay muy pocos factores de prevención conocidos para esos tumores", señaló la autora del estudio, Gundula Behrens, del departamento de epidemiología y medicina preventiva de la Universidad de Ratisbona, en Alemania. "Según nuestro estudio, reducir el exceso de peso y adoptar un estilo de vida físicamente activo podría ayudar a prevenir los meningiomas".
El estudio también encontró que tener más peso no se vinculaba con el riesgo de una segunda forma más letal de cáncer del cerebro conocida como glioma. Y aunque hubo una asociación débil entre una mayor actividad física y un riesgo más bajo de glioma, los investigadores dijeron que el hallazgo no alcanzó la significación estadística.
Aunque el estudio pudo mostrar una asociación entre el peso y la actividad física y el riesgo de meningioma, no se diseñó para probar una relación causal.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 16 de septiembre de la revista Neurology.
El meningioma y el glioma son los tipos más comunes de tumores cerebrales en adultos, según la información de respaldo del estudio. Pero esos tumores siguen siendo raros.
Anualmente, entre cinco y ocho personas de cada 100,000 serán diagnosticadas con un meningioma. Entre cinco y siete de cada 100,000 personas recibirán un diagnóstico de glioma en un año dado, señalaron los autores del estudio.
A los cinco años del diagnóstico, el 63 por ciento de las personas con meningiomas seguirán con vida. El glioma es mucho más letal, con una tasa de supervivencia de apenas un 4 por ciento a los cinco años, reportó el estudio.
El Dr. Gowriharan Thaiyananthan, neurocirujano del Instituto del Cerebro y la Espina Dorsal de California, en Newport Beach, dijo que "el riesgo absoluto de contraer un meningioma o un glioma es pequeño, pero parece hacer una correlación positiva entre un aumento ligero en el riesgo de contraer meningiomas y la obesidad".
"El ejercicio y perder peso podría ayudar a los individuos obesos a reducir su riesgo de contraer meningiomas", dijo Thaiyananthan, que no participó en el estudio.
La investigación actual fue una revisión de 18 estudios anteriores con más de 6,000 personas. Más o menos la mitad de los pacientes tenían meningiomas, y la otra mitad tenían gliomas.
Algunos de los estudios compararon a los pacientes con contrapartes sanas. Doce de los estudios observaron el índice de masa corporal y el riesgo de cáncer, y seis observaron la actividad física y el riesgo de cáncer.
Los estudios definieron la obesidad como un índice de masa corporal (IMC) de más de 30, y el sobrepeso como un IMC de 25 a 29.9. El índice de masa corporal es una medida que ofrece un estimado aproximado de la grasa corporal basado en la estatura y el peso. Los estudios calificaron el ejercicio físico como alto o bajo.
Además de los efectos del peso y el ejercicio sobre el riesgo de meningioma, los autores del estudio encontraron una reducción del 32 por ciento en el riesgo de glioma entre los adolescentes con bajo peso (un IMC de menos de 18.5).
No está claro de qué forma el exceso de peso o la actividad física podrían afectar el desarrollo de ciertos tumores cerebrales. Una explicación posible, dijeron los autores del estudio, es que las personas con exceso de peso producen estrógeno adicional, y los estrógenos fomentan el desarrollo del meningioma. Los niveles de insulina podrían ser un factor por el mismo motivo, especularon los autores.
La relación entre el riesgo de meningioma y el ejercicio podría ser más compleja. Behrens y sus coautores anotaron que los síntomas de tumor cerebral podrían haber llevado a algunos pacientes a reducir su actividad física normal incluso antes del diagnóstico. Esos pacientes podrían haber reportado unos niveles bajos de actividad física porque su cáncer cerebral los volvió más inactivos incluso antes de saber que lo tenían, plantearon los investigadores.
¿Puede alguien que ya tiene sobrepeso o es obeso hacer algo por aprovechar esta información? Thaiyananthan cree que sí. "Es plausible que el ejercicio y la reducción del peso podrían ayudar a prevenir la formación de meningiomas en las personas que ya están en riesgo de esos tumores", dijo.
FUENTES: Gundula Behrens, Ph.D., department of epidemiology and preventive medicine, University of Regensburg, Germany; Gowriharan Thaiyananthan, M.D., neurosurgeon, founder, Brain and Spine Institute of California, Newport Beach; Sept. 16, 2015, Neurology