Algunas personas que toman bloqueadores beta podrían enfrentarse a un mayor riesgo de complicaciones cardiacas durante las cirugías no cardiacas, sugiere un nuevo estudio de gran tamaño.
En la investigación participaron 55,000 pacientes quirúrgicos que tomaban varios medicamentos para tratar la hipertensión. Los investigadores encontraron que los que tomaban bloqueadores beta tenían un riesgo más alto de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular (ACV) o muerte relacionada con ellos, en comparación con los pacientes que tomaban otros fármacos.
En total, el 1.3 por ciento sufrieron una de esas complicaciones en un plazo de 30 días tras la cirugía, frente al 0.8 por ciento de los pacientes que tomaban otros antihipertensivos.
Pero no se sabe con certeza que los bloqueadores beta, en sí, tengan la culpa, apuntó el Dr. Mads Jorgensen, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.
Y enfatizó que el estudio solo incluyó a personas con hipertensión "sin complicaciones", no a las que sufrían de problemas cardiacos. Los pacientes cardiacos quizá obtengan algún beneficio de un bloqueador beta si se someten a una cirugía, explicó Jorgensen.
Pero los hallazgos amplían la evidencia de que los bloqueadores beta pueden plantear un peligro a algunos pacientes que se someten a una cirugía no cardiaca, añadió.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 5 de octubre de la revista JAMA Internal Medicine.
Los bloqueadores beta incluyen a fármacos como metoprolol (Lopressor, Toprol XL), nadolol (Corgard) y propranolol (Inderal LA). Se recetan para ayudar a tratar la hipertensión, sobre todo a personas que han sufrido un ataque cardiaco o que tienen insuficiencia cardiaca crónica.
Durante años, los bloqueadores beta se han recetado de forma rutinaria antes de los procedimientos quirúrgicos (de todos los tipos) a las personas que podrían tener un mayor riesgo de complicaciones cardiacas, explicó Jorgensen.
"Antes confiábamos en que los pacientes necesitaban bloqueadores beta", dijo.
Eso se basaba en evidencias de que los fármacos pueden reducir el riesgo de ataque cardiaco y otras complicaciones durante o poco después de una cirugía.
Pero investigaciones más recientes han mostrado que los bloqueadores beta también pueden aumentar el riesgo de ACV, y de reducciones peligrosas en la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
"Durante cierto tiempo, los médicos han debatido si de verdad ayudan", dijo el Dr. Andrew Freeman, director de cardiología clínica de National Jewish Health, en Denver.
"Este estudio sugiere que si tiene [hipertensión] pero por lo demás está relativamente sano, quizá tenga sentido dejar el bloqueador beta antes de la cirugía", dijo Freeman, que también es miembro del Comité de Atención Centrada en el Paciente del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology, ACC).
"Pero no lo sabemos con certeza", añadió.
Tanto Freeman como Jorgensen enfatizaron que las personas que se preparan para una cirugía no deben de dejar de tomar sus medicamentos por decisión propia.
Los hallazgos se basan en más de 55,000 pacientes daneses que se sometieron a procedimientos quirúrgicos no cardiacos entre 2005 y 2011. Todos tomaban al menos dos fármacos para controlar una hipertensión crónica. Más de 14,000 tomaban un bloqueador beta.
En general, el estudio encontró que los pacientes que tomaban bloqueadores beta tenían hasta el doble de riesgo de una complicación cardiovascular importante, como un ataque cardiaco, ACV o la muerte por causas cardiovasculares.
Pero el hallazgo solo es una asociación según el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles. Eso significa que quizá haya otras explicaciones sobre los riesgos más elevados que se han observado al tomar los bloqueadores beta, apuntó.
Según las directrices actuales del ACC, las personas que ya toman un bloqueador beta deben seguir tomándolo cuando se sometan a una cirugía.
El ACC plantea que para las personas que no toman un bloqueador beta es "razonable" comenzar a hacerlo en las semanas antes de la cirugía, pero solo si tienen un riesgo alto de complicaciones cardiacas. Eso incluye a la gente con factores de riesgo múltiples, como diabetes, un ataque cardiaco reciente, enfermedad renal o insuficiencia cardiaca.
Freeman se mostró de acuerdo en que, en los pacientes de alto riesgo, los efectos protectores de los bloqueadores beta quizá superen a sus desventajas. Pero dijo que en los pacientes con un riesgo más bajo (como los de este estudio reciente) quizá el riesgo no valga la pena.
¿Por qué podrían provocar daño los bloqueadores beta? Los fármacos funcionan haciendo que el corazón lata con más lentitud y con menos fuerza, lo que podría mitigar la respuesta natural del cuerpo al estrés de la cirugía, explicó Freeman.
Jorgensen se mostró de acuerdo. "La cirugía es un gran estrés, y el cuerpo debe adaptarse al mismo", dijo. "Los bloqueadores beta limitan la respuesta del corazón".
Freeman sugirió que las personas que ya toman bloqueadores beta hablen con su médico antes de la cirugía sobre si es necesario seguir tomando el fármaco.
Esa conversación es vital, dijo Jorgensen, porque abandonar un bloqueador beta por decisión propia nunca es prudente.
Y añadió que "a partir de este estudio no podemos concluir que dejar el bloqueador beta reduzca el riesgo de complicaciones [de la cirugía]".
FUENTES: Mads Jorgensen, M.B., Cardiovascular Research Center, University of Copenhagen, Denmark; Andrew Freeman, M.D., director, clinical cardiology, National Jewish Health, Denver; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; Oct. 5, 2015, JAMA Internal Medicine