En la última década

El consumo de marihuana se duplicó entre los estadounidenses

Pero algunos expertos apuntan que el aumento quizá solo refleje que más personas dicen la verdad

Fuente: Medlineplus

A medida que las leyes y las actitudes sobre la marihuana se han relajado en la última década, la cantidad de estadounidenses que afirman que han fumado la droga se ha multiplicado por más de dos, según un informe reciente.

Y ese aumento en el uso ha conllevado un aumento en el abuso: casi tres de cada diez consumidores de la droga tenían un trastorno por el consumo de marihuana en 2012-2013, advirtieron los investigadores.

"Aunque el público considere a la marihuana cada vez más como una droga inocua, su consumo sí conlleva ciertos riesgos de consecuencias adversas, y a medida que la tasa de consumidores de marihuana de la población aumenta, el riesgo de esas consecuencias también sube", señaló la investigadora líder, Deborah Hasin, profesora de epidemiología de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.

Los profesionales sanitarios, los legisladores y el público deben manejar los hallazgos de forma equilibrada, añadió.

Las leyes y las actitudes sobre la marihuana están cambiando, dijo Hasin. Hasta la fecha, 23 estados tienen leyes sobre la marihuana médica y cuatro de esos estados también han legalizado la marihuana para el uso recreativo.

Estudiar los datos sobre el consumo de la marihuana tiene una importancia particular, dijo Hasin, a medida que "los individuos siguen tomando decisiones personales sobre el consumo de la marihuana y el público sigue pensando en legalizarla".

El informe aparece en la edición en línea del 21 de octubre de la revista JAMA Psychiatry.

Otro informe reciente, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., encontró que el consumo de marihuana se había duplicado entre los estudiantes de secundaria. La cantidad de adolescentes que consumían marihuana había aumentado del 4 al 10 por ciento en 2013. Y el uso de marihuana aumentó del 51 al 62 por ciento entre los adolescentes que fumaban cigarrillos o cigarros.

Paul Armentano, subdirector de NORML, un grupo de defensoría para la legalización de la marihuana, no cree que los problemas sanitarios potenciales de la marihuana sean mayores que los relacionados con el alcohol o el tabaco legales.

"Hace mucho que se ha reconocido que el cannabis es una sustancia que altera el estado de ánimo, con cierto riesgo potencial", señaló.

Pero esos riesgos potenciales no son tan grandes como para justificar que la marihuana siga siendo ilegal, cuando se comparan con los de otras sustancias, incluyendo sustancias legales como el alcohol, el tabaco y los fármacos recetados, añadió.

"Según cualquier evaluación racional, la criminalización continua del cannabis es una respuesta de política pública desproporcionada a una conducta que es, en el peor de los casos, un problema de salud pública", apuntó Armentano. "Pero no debe ser un tema de justicia criminal. Estos hallazgos no cambian ese hecho en gran medida".

En este estudio financiado por el gobierno, Hasin y sus colaboradores usaron datos gubernamentales sobre el consumo de alcohol y drogas de 2001-2002 y 2012-2013.

Los investigadores encontraron que la prevalencia del consumo de marihuana alcanzó al 9.5 por ciento de los adultos en 2012-2013, en comparación con el 4 por ciento en 2001-2002. Se observó un aumento en el consumo de marihuana entre las mujeres, los negros y los hispanos, además de las personas que viven en el sur y las que están en la mediana edad o son mayores.

En un hecho que no resultó sorprendente, la prevalencia del abuso o la dependencia a la marihuana también aumentó, del 1.5 por ciento en 2001-2002 al 2.9 por ciento en 2012-2013. Los aumentos en el abuso o la dependencia fueron particularmente altos entre las personas de 45 a 64 años, y los negros, los hispanos, las personas con ingresos bajos y las personas que viven en el sur, según el informe.

Mitch Earleywine, profesor de psicología de la Universidad del Estado de Nueva York en Albany, y presidente de NORML, dijo que las estadísticas pueden resultar engañosas.

"Hemos entrado en una época en que comparar las estadísticas antiguas y las nuevas sobre el consumo de la marihuana y los problemas relacionados con la droga se ha vuelto confuso", advirtió.

Aunque la cantidad de personas que consumen marihuana ha aumentado, el motivo no está claro, dijo Earleywine. Un motivo podría ser que las personas son más honestas sobre el consumo de marihuana, sugirió.

"A medida que las actitudes sobre el cannabis han cambiado, la inclinación a mentir sobre su consumo y los problemas también lo ha hecho", planteó Earleywine. "Es fácil imaginar que cualquier participante en una investigación se sienta bastante renuente a confesar una conducta ilegal, sobre todo en entrevistas personales con investigadores financiados por el gobierno general".

Y a medida que las leyes han cambiado, lo mismo ha sucedido con la renuencia a ser sincero, dijo.

"Antes de que interpretemos de forma exagerada los problemas anteriores y posteriores a la legalización y pensemos en volver a los oscuros días de la prohibición, llenos de policías que perdían el tiempo y un sistema judicial atascado, recordemos que parte de este aumento probablemente tan solo refleje un aumento en la franqueza", aconsejó Earleywine.


FUENTES: Deborah Hasin, Ph.D., professor, epidemiology, Columbia University, New York City; Mitch Earleywine, Ph.D., professor, psychology, State University of New York at Albany, and chairman, NORML; Paul Armentano, deputy director, NORML; Oct. 21, 2015, JAMA Psychiatry