Incluso tras la pérdida de peso

La obesidad en la juventud podría dañar al corazón a largo plazo

El riesgo de muerte cardiaca súbita seguía siendo más alto décadas después de que las mujeres hubieran perdido peso

Fuente: Medlineplus

Robert Preidt

Un estudio reciente revela que incluso si las mujeres jóvenes con sobrepeso u obesas pierden peso más adelante, el daño cardiaco relacionado con la obesidad podría persistir durante décadas.

La investigación muestra que incluso las mujeres que ya no tienen sobrepeso siguen en un mayor riesgo de muerte cardiaca súbita más adelante en la vida.

"Es importante mantener un peso saludable durante toda la adultez como forma de minimizar el riesgo de muerte cardiaca súbita", señaló en un comunicado de prensa de la revista JACC: Clinical Electrophysiology la autora líder del estudio, Stephanie Chiuve, profesora asistente de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. El estudio fue publicado en la revista el 25 de noviembre.

En su investigación, el equipo de Chiuve siguió los resultados de más de 72,000 mujeres estadounidenses sanas entre 1980 y 2012. Las mujeres proveyeron información sobre su peso y estatura cuando tenían 18 años. Entonces, su índice de masa corporal (el IMC, un cálculo de la grasa corporal basado en el peso y la estatura) se revisó cada dos años durante el periodo del estudio.

Durante esos 32 años, hubo 445 muertes cardiacas súbitas, casi 1,300 muertes por enfermedad cardiaca, y casi 2,300 ataques cardiacos no letales, apuntaron los investigadores.

En comparación con las mujeres con un peso saludable en la adultez, el riesgo de muerte cardiaca súbito en los dos años siguientes era 1.5 veces más alto en las que tenían sobrepeso y 2 veces más alto en las obesas.

Y las mujeres que tenían sobrepeso o eran obesas a los 18 años o al inicio del estudio tuvieron un mayor riesgo de muerte cardiaca súbita durante todos los 32 años del estudio, independientemente de si habían perdido el peso excesivo o no.

Las mujeres que aumentaron mucho peso unos pocos años después (entre la adultez temprana y la media) también tenían un riesgo más alto de muerte cardiaca súbita, independientemente de su IMC a los 18 años, encontró el equipo de Chiuve. De hecho, las mujeres que aumentaron 44 libras (20 kilos) o más entre la adultez temprana y la media tenían casi el doble de riesgo de muerte cardiaca súbita, en comparación con las mujeres que permanecieron delgadas.

Los investigadores también encontraron que las mujeres con sobrepeso y obesas tenían un riesgo más alto de muerte por enfermedad cardiaca y de ataques cardiacos no letales, pero el vínculo entre el peso y esos riesgos fue más débil que el de la muerte cardiaca súbita.

El hecho de que los antecedentes de obesidad confieran un riesgo cardiaco a las mujeres que actualmente tienen un peso normal es interesante, dijo Chiuve.

Apuntó que "casi tres cuartas partes de todas las muertes cardiacas súbitas ocurren en pacientes que no se consideran de alto riesgo según nuestras directrices actuales".

Dos expertos dijeron que más estadounidenses deben prestar atención a las advertencias que vinculan a la obesidad con los problemas del corazón.

"Los efectos de la obesidad sobre el corazón incluyen su influencia en el fomento de la diabetes, la hipertensión, la enfermedad de la arteria coronaria y las arritmias, además de la apnea obstructiva del sueño", señaló el Dr. Kevin Marzo, jefe de cardiología del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York.

"La pérdida de peso sigue siendo la piedra angular de la reducción del riesgo", dijo.

El Dr. Mitchell Roslin es jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. Se mostró de acuerdo en que el impacto de la obesidad "es multidimensional y afecta a todo el cuerpo".

"Los resultados de este estudio son alarmantes y de verdad significan que se debe enfatizar la pérdida de peso y la buena condición física", apuntó.


FUENTES: Mitchell Roslin, M.D., chief, obesity surgery, Lenox Hill Hospital, New York City; . Kevin Marzo, M.D., chief, division of cardiology, Winthrop-University Hospital, Mineola NY; JACC: Clinical Electrophysiology