Alteraciones en el metabolismo de los hidratos de carbono

Más adultos obesos tienen alteraciones de la glucemia

Para reducir los casos de diabetes, los investigadores animan a que se realicen esfuerzos serios para la pérdida de peso

Fuente: MedlinePlus

"La obesidad dificulta la capacidad del cuerpo de procesar el azúcar en la sangre"

Entre los adultos estadounidenses obesos, el control del azúcar en la sangre está empeorando, lo que lleva a que haya más casos de diabetes y enfermedades cardiacas, según un estudio reciente.

Aunque los niveles de la presión arterial y del colesterol se mantuvieron relativamente estables entre los adultos obesos, un control deficiente del azúcar en la sangre llevó a un aumento del 37 por ciento en los factores de riesgo de enfermedad cardiaca entre 1988 y 2014, reportaron los investigadores.

"Los adultos obesos con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares podrían necesitar unas intervenciones más intensas (una dieta saludable y un aumento de la actividad física) para controlar el azúcar en la sangre y lograr perder peso", dijo el investigador principal, el Dr. Fangjian Guo, profesor asistente de obstetricia y ginecología en la Universidad de Texas, en Galveston.

Después de haber estado subiendo durante varias décadas, las tasas de obesidad en EE. UU. se han estancado. Aun así, aproximadamente el 35 por ciento de los adultos estadounidenses son obesos, según las notas de respaldo del estudio.

La obesidad dificulta la capacidad del cuerpo de procesar el azúcar en la sangre. Con el tiempo, demasiadas subidas en el nivel de azúcar en la sangre pueden llevar a la diabetes tipo 2, explicaron los investigadores. La diabetes, a su vez, es un factor de riesgo conocido de la enfermedad cardiaca y otros problemas de salud, como la pérdida de la vista y las amputaciones.

Pero la pérdida de peso puede revertir este efecto, indicaron los autores del estudio.

"Controlar el peso en los adultos obesos para reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 debería ser una prioridad de salud pública", dijo Guo.

Un especialista de la ciudad de Nueva York se mostró de acuerdo y recomendó los medicamentos para perder peso como parte del tratamiento.

"Esto es otra llamada de alerta para que se realicen no solo intervenciones más intensas en el estilo de vida en esta población, sino también para empezar con los medicamentos que pueden prevenir la diabetes y ayudar a perder peso", dijo el Dr. Joel Zonszein, director del Centro Clínico de Diabetes del Centro Médico Montefiore.

"En nuestro sistema de atención sanitaria, perseguimos las enfermedades. Pero ahora podemos prevenir la diabetes y tratar la obesidad de forma temprana", añadió.

Para realizar el estudio, Guo y sus colaboradores analizaron los datos de más de 18,600 adultos obesos que participaron en la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. durante casi 30 años. Los investigadores usaron el índice de masa corporal (IMC), un cálculo que se basa en la estatura y el peso, para evaluar la grasa corporal. La obesidad se define como un IMC de 30 o más.

Solamente el 2 por ciento de los adultos obesos tenían una salud cardiaca ideal, una cifra que permaneció estable a lo largo de todo el periodo de estudio.

Entre 1988 y 2014, las tasas de diabetes aumentaron del 11 al 19 por ciento, lo que se debió a aumentos en el azúcar en la sangre, indicaron los investigadores.

Los investigadores hallaron que la tasa de adultos obesos sin los 3 factores de riesgo clave de la enfermedad cardiaca (la diabetes, el colesterol alto y la hipertensión) se mantuvo estable en solo un 15 por ciento.

Pero la tasa de adultos obesos con los tres factores de riesgo aumentó un 37 por ciento, a casi uno de cada cuatro, dijo Guo.

El riesgo de los tres factores aumentó progresivamente a partir de los 40 años de edad. Los adultos jóvenes de entre 20 y 39 años tenían la tasa más baja de los tres factores, según el estudio.

"Tenemos dos opciones: dejar que esta población enferme y proporcionar dinero para el tratamiento de las complicaciones y la discapacidad, o intervenir de forma temprana y prevenir la diabetes animando a que se pierda peso, lo que lleva a tener una vida más saludable y productiva", comentó Zonszein.

El informe aparece en la edición en línea del 13 de julio de la revista Journal of the American Heart Association.


FUENTES: Fangjian Guo, M.D., Ph.D., assistant professor, obstetrics and gynecology, University of Texas, Galveston; Joel Zonszein, M.D., director, Clinical Diabetes Center, Montefiore Medical Center, New York City; July 13, 2016, Journal of the American Heart Association