La corteza prefrontal del cerebro podría tener un papel en las dificultades para andar de los pacientes de Parkinson, sugiere una nueva investigación.
La corteza prefrontal está implicada en la función cognitiva, que incluye el pensamiento, el razonamiento y la memoria.
Este hallazgo reciente es un abordaje novedoso en la comprensión de estos problemas al caminar y podría resultar en nuevos tratamientos, según los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento crónico y progresivo. Los pacientes con frecuencia caminan arrastrando los pies y sus pasos siguen un ritmo alternativamente lento o rápido. A veces se quedan quietos en un lugar. En conjunto estos síntomas se conocen como la "marcha parkinsoniana". Junto con la reducción de la movilidad de los pacientes, la dificultad para caminar puede resultar en que sufran caídas peligrosas.
Los investigadores pidieron a los pacientes de Parkinson que caminaran e hicieran una tarea mental (como decir el nombre de frutas o hacer restas) al mismo tiempo. Cuando lo hicieron, su modo de andar fue más lento y menos estable que cuando caminaban sin hacer ninguna tarea mental.
Esto sugiere que los recursos cognitivos que usan cuando caminan juegan un papel en las dificultades experimentadas por los pacientes de Parkinson, según los investigadores.
Los escáneres cerebrales de los pacientes de Parkinson mostraron que la corteza prefrontal se activaba incluso cuando los pacientes solamente imaginaban que estaban caminando.
"La activación excesiva de la corteza prefrontal tiene un efecto doble en los pacientes de Parkinson. Dado que la corteza prefrontal está 'saturada', no es capaz de realizar otras tareas, lo que produce alteraciones en el modo de caminar y crea déficits cognitivos. El debilitamiento es doble", dijo la coautora del estudio, Anat Mirelman, investigadora del departamento de neurología.
Jeffrey Hausdorff, colíder del estudio y profesor de medicina, dijo que "el aumento de la activación cuando caminan normalmente reduce la capacidad de los pacientes de Parkinson de usar más recursos cognitivos durante otras tareas difíciles. Quizá podría agravar el riesgo alto de sufrir caídas de estos pacientes", dijo en un comunicado de prensa de la universidad.
Los hallazgos se publicaron recientemente en las revistas Parkinsonism and Related Disorders y Neurorehabilitation and Neural Repair
FUENTE: Tel Aviv University