El peor resultado es la mortalidad precoz

En los niños, una lesión cerebral leve puede tener efectos a largo plazo

El traumatismo temprano en la cabeza se vincula con problemas psiquiátricos y financieros en la adultez

Fuente: MedlinePlus

Los jóvenes que sufren un traumatismo en la cabeza, incluso leve, son más propensos a tener problemas graves más adelante, incluyendo problemas psiquiátricos y muerte prematura, sugiere un estudio reciente.

Los investigadores compararon a 100,000 suecos que sufrieron al menos una lesión cerebral traumática (LCT) antes de los 25 años de edad con sus hermanos no afectados. Los investigadores encontraron que los que habían sufrido las lesiones en la cabeza eran consistentemente más propensos a morir de forma precoz y a tener problemas para funcionar en la adultez.

Los efectos de una LCT (un golpe en la cabeza o una lesión penetrante en la cabeza que afecta al funcionamiento del cerebro) a principios de la vida fueron más notables entre los que tenían una mayor edad al lesionarse, aquellos cuya lesión fue más grave, o los que sufrieron lesiones repetidas en la cabeza, mostraron los hallazgos.

"El hallazgo clave es que esos aumentos en el riesgo permanecieron elevados incluso tras compararlos con los hermanos no afectados, lo que es coherente con [la idea de] que las LCT son en parte la causa de esos resultados", señaló el autor del estudio, el Dr. Seena Fazel, profesor de psiquiatría forense de la Universidad de Oxford, en Inglaterra.

"Claramente el peor resultado es la mortalidad precoz", añadió Fazel, "pero después de eso el aumento en los riesgos de hospitalización psiquiátrica es notable".

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., cada año alrededor de 1.7 millones de personas sufren una lesión cerebral traumática. Las caídas y los accidentes en vehículos motores son las principales causas.

Fazel y sus colaboradores analizaron datos a largo plazo de casos en que la mayoría de los pacientes sufrieron una lesión, o conmoción, leve en la cabeza. Los participantes, que nacieron entre 1973 y 1985, tenían en promedio 13 años de edad cuando se lesionaron. Tras los 26 años de edad, se les hizo un seguimiento durante un promedio de ocho años.

Investigaciones anteriores sobre la salud a largo plazo de las personas con LCT ha abordado unas lesiones y unos diagnósticos más graves. Pero Fazel anotó que su estudio descubrió un riesgo incluso por las lesiones leves en la cabeza.

La LCT se vinculó de forma consistente con la muerte prematura, el tratamiento psiquiátrico y un logro educativo bajo. Los que sufrieron una LCT también eran más propensos a acabar en el sistema de prestaciones sociales, o a ser dependiente de pensiones por discapacidad.

Notablemente, los que sufrieron una LCT experimentaron un riesgo de más de un 10 por ciento de ser diagnosticados con un trastorno psiquiátrico en la adultez, y un riesgo del 2 por ciento de morir de forma prematura. En comparación con sus hermanos no afectados, los pacientes de LCT tenían el doble de probabilidades de ser hospitalizados por problemas psiquiátricos, y un 80 por ciento más de probabilidades de recibir una pensión por discapacidad, según el informe.

El Dr. Bradley Sandella, director del programa de medicina del deporte del Sistema de Atención de la Salud Christiana en Wilmington, Delaware, dijo que la mayoría de los hallazgos no le sorprendieron.

"Hace algo de tiempo que se ha especulado en la comunidad médica con la existencia de un vínculo firme entre la lesión cerebral traumática y los problemas psiquiátricos", señaló Sandella, que no participó en la nueva investigación.

"En esencia, la creencia es que la lesión cerebral puede desencadenar o exacerbar los síntomas de una enfermedad psiquiátrica", añadió. "Me sorprendió un poco que hubiera un mayor aumento de la mortalidad a una edad temprana. Aunque soy consciente de que podría haber un aumento menor en los suicidios, un aumento del riesgo absoluto de un 2 por ciento es sorprendentemente alto".

Fazel y Sandella se mostraron de acuerdo en que los hallazgos subrayan la necesidad de prevenir y gestionar las LCT.

Ciertos esfuerzos ya han dado dividendos, anotó Sandella. Las conmociones entre los deportistas de escuela secundaria se están gestionando mejor al enseñar a los jugadores de fútbol americano unas técnicas de tacleada más seguras y al impedir que los deportistas vuelvan al campo cuando se sospecha que se ha producido una lesión en la cabeza.

"Pero hay que hacer más cosas, como por ejemplo prohibir las jugadas peligrosas o riesgosas en los deportes que ponen a las personas en riesgo de lesiones", planteó Sandella.

Fazel se enfocó en los niños más pequeños. "[Se recomienda] mejorar la supervisión parental de los niños pequeños y en edad preescolar, dado que las caídas son la forma más común de LCT en los niños pequeños", apuntó.

Sandella dijo que la participación temprana de un profesional de la salud mental en la gestión de las conmociones ayuda a evitar problemas psiquiátricos futuros.

"Los esfuerzos colaborativos pueden tener un efecto dramáticamente positivo en el viaje del paciente hacia una salud óptima tras una lesión cerebral traumática", señaló.

El estudio aparece en la edición en línea del 23 de agosto de la revista PLOS Medicine.


FUENTES: Seena Fazel, M.D., professor, forensic psychiatry, and Wellcome Trust senior research fellow, University of Oxford, United Kingdom; Bradley J. Sandella, D.O., program director, sports medicine, Christiana Care Health System, Wilmington, Del.; Aug. 23, 2016, PLOS Medicine