Los punteros láser pueden parecer bastante inofensivos, pero cuando los niños juegan con ellos pueden acabar con una vista borrosa, puntos ciegos o una pérdida de la vista potencialmente permanente, informan unos expertos en los ojos.
Un nuevo estudio detalla los casos de cuatro niños, de 9 a 16 años de edad, cuyas bromas con punteros láser provocaron lesiones dramáticas en la retina, el tejido sensible a la luz en la parte trasera del ojo que es esencial para ver con claridad.
Los casos "ponen de relieve que esto está sucediendo con más frecuencia", señaló el autor del estudio, el Dr. David Almeida, un oftalmólogo con un consultorio privado en Minneapolis.
"Se pensaba que era algo que ocurría una vez de cada un millón. Es probable que siga siendo raro, pero no es una reacción que no ocurra nunca", advirtió Almeida.
Parte del problema es el etiquetado poco fiable de los punteros láser, que por lo general se venden en tiendas de suministros de oficina y en línea, encontró el estudio.
Investigaciones anteriores revelaron que un porcentaje significativo de punteros láser tanto rojos como verdes dicen en la etiqueta que tienen una potencia de salida de entre 1 y 5 milivatios. Se supone que esa potencia es segura para los ojos. Pero los dispositivos tienen potencias de salida superiores a los 5 milivatios, según la información de respaldo del estudio.
"El acceso a los punteros láser parece estar en aumento, y es fácil pedirlos en línea y difícil regularlos", dijo el Dr. Charles Wykoff, subdirector de oftalmología del Instituto del Ojo Blanton del Hospital Metodista de Houston.
Wykoff, que ha atendido dos casos de daño en la retina provocado por punteros láser en su propio consultorio, no participó en la nueva investigación.
"En realidad no se sabe la potencia de salida del dispositivo que se compró", anotó.
En el estudio, Almeida y su equipo detallaron los casos de cuatro chicos cuya vista resultó dañada cuando miraron directamente a los punteros láser, ya fuera de forma frontal o reflejados en un espejo.
El daño resultante en la retina provocó síntomas "agudos y dramáticos". Esos síntomas pueden incluir vista borrosa o distorsionada, o la ausencia de la vista en el centro del campo visual, explicó Almeida.
"La ubicación lo es todo cuando se trata de la retina", apuntó Almeida, que trató a los cuatro niños durante un periodo de dos años en su consultorio. "Si el láser le alcanza en un ángulo... quizá no note nada y sea totalmente asintomático. Pero si alcanza a la vista central, podría sufrir de una pérdida dramática de la vista de inmediato que nunca se recupere".
Las opciones de tratamiento para el daño en la retina que resulta de los punteros láser son escasas, anotaron Almeida y Wykoff. Se podría necesitar una cirugía para las complicaciones que surgen de la lesión, pero la mayoría de casos solo se pueden monitorizar a través de la observación.
Algunos oftalmólogos podrían recetar corticosteroides a los pacientes para reducir la inflamación en el interior del ojo, comentó Wykoff, pero esa opción es "controversial" debido a la falta de investigación en humanos.
Tres de los cuatro niños presentados en la investigación de Almeida sufrieron una pérdida de la vista potencialmente irreversible. Animó a los adultos, como los profesionales de atención de la salud, los maestros y los padres a educar a los niños sobre los peligros de los punteros láser y a desaconsejar o limitar su uso.
"Si se usan los punteros láser de forma inadecuada, pueden provocar una pérdida de la vista grave y permanente, y hay que tener esto en cuenta", dijo Almeida. "Es probable que legislar [para regular los punteros] sea una exageración, dada la cantidad de [lesiones], pero esto representa un problema de salud pública grave y prevenible".
Wykoff añadió "no los mire, no los apunte a sus ojos ni a los ojos de los demás. Una vez ha ocurrido la lesión, en realidad no hay mucho que se pueda hacer".
"Lo que me parece preocupante para los consumidores es que aunque un puntero láser ponga una cierta categoría en la etiqueta, quizá no lo sea", dijo. "Yo asumiría el método de que no es seguro apuntar ningún puntero láser a los ojos".
La investigación aparece en la edición del 1 de septiembre de la revista Pediatrics.
FUENTES: David Almeida, M.D., Ph.D., ophthalmologist, Minneapolis; Charles Wykoff, M.D., Ph.D., retinal surgeon and deputy chair, ophthalmology, Blanton Eye Institute, Houston Methodist Hospital; Sept. 1, 2016, Pediatrics, online