Las experiencias negativas en Facebook pueden aumentar las probabilidades de depresión en los jóvenes, encontró un estudio reciente.
"Es importante que las personas se tomen las interacciones en los medios sociales en serio, y no piensen que tienen un impacto menor porque es una experiencia virtual en lugar de suceder en persona", dijo la autora del estudio, Samantha Rosenthal, asociada de investigación en epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island.
"Es un foro distinto que tiene consecuencias emocionales reales", comentó en un comunicado de prensa de la universidad.
De los 264 participantes del estudio encuestados en 2013 y 2014, más de 8 de cada 10 reportaron al menos una experiencia negativa en Facebook, como acoso, interacciones malintencionadas, malentendidos o contactos no deseados. Y un 63 por ciento dijeron que habían tenido cuatro o más experiencias negativas desde que comenzaron a utilizar el servicio en línea.
Alrededor de una cuarta parte de los encuestados reportaron síntomas depresivos de moderados a graves. El riesgo de síntomas depresivos fue 3.2 veces más alto entre los que tuvieron cualquier experiencia negativa en Facebook, en comparación con los que no, encontró el estudio.
Ciertos factores afectaron el riesgo de síntomas depresivos. Por ejemplo, el acoso o las interacciones malintencionadas se asociaron con un riesgo 3.5 veces más alto, mientras que el contacto no deseado se vinculó con un riesgo 2.5 veces más alto.
El contacto no deseado o los malentendidos se asociaron con un riesgo más alto de síntomas depresivos solo si había cuatro más de esos incidentes, mientras que solo de uno a tres casos de acoso o de interacciones malintencionadas se asociaban con un riesgo más alto, señalaron los autores del estudio.
Y mientras más grave percibía una persona que eran los incidentes, más probable es que tuvieran síntomas de depresión, según el estudio.
Los resultados del estudio aparecen en una edición reciente de la revista Journal of Adolescent Health.
FUENTE: Brown University