En una recomendación que reafirma las directrices anteriores, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. dijo que los complementos de ácido fólico reducen el riesgo de defectos del tubo neural.
Como aconsejó en 2009, el panel independiente de expertos dijo que las mujeres embarazadas o que pueden quedar embarazadas deben tomar un complemento diario que contenga entre 400 y 800 microgramos de ácido fólico para prevenir estos defectos congénitos, que son potencialmente letales.
Los defectos del tubo neural ocurren cuando el cerebro o la médula espinal no se desarrollan adecuadamente, conduciendo a discapacidades graves o incluso a la muerte. Esos defectos congénitos ocurren muy a principios del embarazo. A veces ocurren incluso antes de que una mujer sepa que está embarazada, explicó el grupo de trabajo.
Los complementos de ácido fólico son más beneficiosos si las mujeres los toman un mes antes de quedar embarazadas y siguen tomándolos durante los primeros tres meses del embarazo, concluyó el panel.
El ácido fólico es una vitamina B que ocurre de forma natural en muchas frutas y verduras, como las verduras de hojas verdes, el brócoli y el jugo de naranja. En Estados Unidos, muchos alientos también están fortificados con ácido fólico.
Pero muchas mujeres no consumen la cantidad recomendada de ácido fólico a través de la dieta, según las recomendaciones, que aparecen en la edición en línea del 10 de enero de la revista Journal of the American Medical Association.
"El grupo de trabajo encontró evidencias convincentes de que el riesgo de defectos del tubo neural se puede reducir en gran medida cuando las mujeres toman un complemento diario de ácido fólico de 400 a 800 microgramos", afirmó el Dr. Alex Kemper, miembro del grupo de trabajo.
"Esos complementos se pueden tomar como un multivitamínico diario, una vitamina prenatal o una tableta independiente que contenga la cantidad recomendada de ácido fólico", dijo Kemper en un comunicado de prensa del grupo de trabajo. Kemper es profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
FUENTE: U.S. Preventive Services Task Force