Las mujeres que usan la terapia hormonal tras la menopausia quizá no tengan un riesgo más bajo de desarrollar Alzheimer, sugiere un nuevo estudio.
Pero hubo ciertas evidencias de que el uso a largo plazo (de más de una década) podría vincularse con un riesgo más bajo de la enfermedad del cerebro, que destruye la memoria. Pero los resultados distaron mucho de ser definitivos, añadieron los investigadores.
El estudio es el más reciente en explorar la pregunta de si la terapia hormonal para la menopausia puede beneficiar a los cerebros de las mujeres.
Hasta ahora, la investigación ha arrojado hallazgos conflictivos. Por un lado, varios ensayos no han encontrado beneficios en el cerebro de las mujeres que usan la terapia hormonal, comentó la Dra. JoAnn Pinkerton, directora ejecutiva de la Sociedad Norteamericana de la Menopausia (North American Menopause Society).
Por otro lado, unos ensayos de tamaño reducido han encontrado que cuando la terapia hormonal se administra tras una menopausia quirúrgica, las mujeres pueden percibir "beneficios cognitivos", dijo Pinkerton, que no participó en el nuevo estudio.
Además de eso, algunos estudios de mujeres en el "mundo real" encontraron unas tasas más bajas de Alzheimer entre las mujeres que iniciaron la terapia de reemplazo hormonal (TRH) pronto, poco después del inicio de la menopausia.
En conjunto, la investigación insinúa que hay un "momento crítico" en que las hormonas podrían beneficiar al pensamiento y a la memoria de las mujeres, según Julie Dumas, profesora asociada de psiquiatría en la Universidad de Vermont.
No está claro de qué modo encaja el nuevo estudio, dijo Dumas, que no participó en la investigación.
En parte eso se debe a que la cantidad de casos de Alzheimer estudiados en realidad fue bastante pequeña, apuntó. Aclarar la conexión entre el uso de hormonas y el riesgo de Alzheimer en este grupo de estudio podría tardar más tiempo, explicó Dumas.
"Me gustaría ver de qué datos se disponen dentro de 5 o 10 años", dijo.
Por ahora, el mensaje para las mujeres sigue sin cambiar, dijeron tanto Dumas como Pinkerton: la terapia hormonal podría ser una opción para las mujeres relativamente más jóvenes con síntomas menopáusicos severos, como los molestos sofocos y la resequedad vaginal.
Pero su objetivo no es prevenir ninguna enfermedad.
"Nadie está recetando estrógeno para el cerebro de las mujeres", señaló Dumas.
Los nuevos hallazgos se basan en más de 8,000 mujeres finlandesas que tenían entre 47 y 56 años de edad cuando el estudio comenzó en 1989. En ese momento, y luego cada pocos años, reportaron su uso de hormonas.
Entonces, en 1995, esa información pasó a estar disponible en un registro nacional de recetas. Los investigadores la utilizaron para verificar los informes de las mujeres.
A lo largo de 20 años de seguimiento, 227 mujeres fueron diagnosticadas con Alzheimer.
El estudio encontró que, en general, no hubo una correlación entre el uso de hormonas de las mujeres y su riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Pero hubo una excepción: las mujeres que dijeron que habían usado hormonas más de 10 años tenían la mitad de probabilidades de desarrollar Alzheimer que las que no eran usuarias.
Esto podría considerarse como un respaldo de la teoría del "momento crítico", según los investigadores, dirigidos por la Dra. Bushra Imtiaz, de la Universidad del Este de Finlandia, en Kuopio.
En otras palabras, las mujeres que comenzaron a tomar hormonas más pronto podrían haberse beneficiado.
Sin embargo, hubo un problema. Cuando los investigadores observaron los datos del registro de recetas (no los informes de las mujeres) no hubo evidencias de que el uso de hormonas a largo plazo se vinculara con un riesgo más bajo de Alzheimer.
¿Qué sucede?
Imtiaz y sus colaboradores apuntaron a una explicación posible. El registro solo abarca hasta 1995 en el pasado. Así que las mujeres que dejaron de usar hormonas antes de ese momento se hubieran clasificado de forma errónea como no usuarias, lo que podría confundir cualquier conexión entre la terapia hormonal y el riesgo de Alzheimer.
Eso es posible, concurrió Dumas.
Pero añadió que los hallazgos también podrían reflejar un caso de "causalidad inversa". Las mujeres que estaban desarrollando problemas de la memoria quizá no hayan reportado su uso pasado de hormonas de forma precisa. O tal vez hubiera menos probabilidades de que tomaran hormonas durante mucho tiempo.
Según Dumas, si las mujeres se sienten confundidas por todos estos hallazgos distintos, no son las únicas. Comentó que los investigadores siguen intentando determinar si hay algunas mujeres que podrían beneficiarse de la terapia hormonal a principios de la menopausia.
Pero en términos prácticos, hay una "moraleja" clara para las mujeres que estén pensando en la terapia hormonal, según Pinkerton.
"Ante la ausencia de unos hallazgos más definitivos, la terapia hormonal no se puede recomendar a ninguna edad para prevenir o tratar un deterioro en la función cognitiva, o demencia", aseveró Pinkerton.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 15 de febrero de la revista Neurology.
FUENTES: JoAnn Pinkerton, M.D., executive director, North American Menopause Society, and professor, obstetrics and gynecology, University of Virginia Health System, Charlottesville; Julie Dumas, Ph.D., associate professor, psychiatry, University of Vermont Larner College of Medicine, Burlington; Feb. 15, 2017, Neurology