Las dietas yo-yo, en que se pierde y se recupera peso rápidamente, podrían aumentar el riesgo de problemas cardiacos, sugiere un nuevo estudio.
Las personas que experimentan fluctuaciones regulares en el peso de 8 a 10 libras (de 3.6 a 4.5 kilos) son mucho más propensas a sufrir de enfermedad cardiaca, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular (ACV) y otras enfermedades relacionadas con el corazón que las personas que solo experimentan cambios de 2 libras (0.9 kilos) o menos, señaló el investigador principal, el Dr. Sripal Bangalore, cardiólogo intervencionista en el Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
En particular, las que hacen dietas yo-yo tenían más del doble de riesgo de muerte, ataque cardiaco o ACV que las personas que mantenían un peso corporal relativamente estable, dijo Bangalore.
"Por cada cambio de 1.5 a 2 libras (0.7 a 0.9 kilos) en la fluctuación del peso, el riesgo de cualquier evento coronario o cardiovascular aumentó en un 4 por ciento, y el riesgo de muerte en un 9 por ciento", advirtió Bangalore.
Con frecuencia se anima a los pacientes con enfermedad cardiaca a bajar de peso si tienen sobrepeso o son obesos, pero mantener una pérdida de peso es muy difícil, según Bangalore. Frecuentemente, tras perder peso se aumenta de peso, y se cae en un patrón rítmico que los médicos denominan el "ciclo del peso".
Para ver si el ciclo del peso tenía algún efecto en la salud cardiaca, Bangalore y sus colaboradores analizaron datos médicos de 10,000 pacientes con endurecimiento de las arterias en un ensayo clínico para evaluar el efecto de las estatinas.
Se siguió a los pacientes durante cuatro años, y los médicos medían regularmente su salud y su peso corporal.
Los investigadores encontraron que las personas que tenían un ciclo de peso dramático eran más propensas a experimentar enfermedad cardiaca, ataque cardiaco, paro cardiaco, arterias bloqueadas, angina, ACV o insuficiencia cardiaca.
Su riesgo de muerte fue un 124 por ciento más alto, el de ataque cardiaco un 117 por ciento más alto, y el de ACV un 136 por ciento más alto, tras tomar en cuenta otros factores, señaló el estudio.
Bangalore cree que los cambios dramáticos en el peso probablemente estresen mucho al cuerpo, y también provoquen cambios hormonales que afectan al corazón.
Pero las dietas yo-yo podrían solo ser una indicación de problemas médicos más profundos que afectan a la persona, dijo Linda Van Horn, profesora de medicina preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
Las personas que hacían una dieta yo-yo en el estudio eran más propensas a pesar más, a fumar y a tener hipertensión y diabetes, dijo Van Horn, vocera de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). El doble de individuos que hacían dietas yo-yo desarrollaron diabetes durante el estudio.
"Cuando se repasa esa lista, unos problemas inmensos destacan", dijo Van Horn. "Entre todos los candidatos probables de lo que contribuía a la enfermedad o la muerte, las dietas yo-yo en sí no eran las culpables. Los que hacían las dietas yo-yo, por más que intentaran perder peso y reducir sus factores de riesgo, de cualquier forma sucumbieron a los mismos factores de riesgo que conocemos tan bien".
Las personas con sobrepeso u obesas deben intentar perder peso de cualquier forma, dado que perder el exceso de peso mejora su salud, señalaron Bangalore y Van Horn.
La clave es abordar la pérdida de peso como un esfuerzo a largo plazo en el que se siga una dieta, se haga ejercicio y otros cambios en el estilo de vida que se puedan mantener con el tiempo, aconsejaron.
"Esto no debe disuadir a nadie de perder peso, sino que es otro motivo para decir que una vez se ha hecho todo el duro trabajo de perder peso, es de verdad importante no volver a recuperarlo durante un periodo largo", planteó Bangalore.
Las personas pueden lograr esto al evitar las dietas de moda, y en lugar de eso enfocarse en una alimentación saludable y un ejercicio regular, aseguró Van Horn. También deben tomárselo con calma si sus esfuerzos no resultan de inmediato en una pérdida dramática de peso.
"Quizá no se pierde tanto como se podría perder pasando hambre, pero el truco real es evitar recuperar el peso a lo largo de la vida", dijo. "La única manera de realmente tener éxito es adoptar un estilo de vida que incluya las cosas que todos sabemos que contribuyen a un peso saludable".
El estudio aparece en la edición del 5 de abril de la revista New England Journal of Medicine.
FUENTES: Sripal Bangalore, M.D., interventional cardiologist, NYU Langone Medical Center, New York City; Linda Van Horn, Ph.D., R.D., professor, preventive medicine, Northwestern University's Feinberg School of Medicine, Chicago; April 5, 2017, New England Journal of Medicine