"Vagotomía troncular"

La enfermedad de Parkinson podría originarse en los intestinos

Científicos suecos encuentran el vínculo a través de la extirpación del nervio vago

Fuente: MedlinePlus

Una nueva investigación sugiere evidencias adicionales de que la enfermedad de Parkinson podría originarse en los intestinos.

Aunque los expertos dijeron que los hallazgos son preliminares, unos científicos suecos encontraron que los pacientes a quienes se había extirpado el tronco principal del nervio vago, que va desde el tallo cerebral hasta el abdomen, tenían marcadamente menos probabilidades de desarrollar el trastorno del movimiento que los que no se sometieron a la cirugía. Se siguió a los pacientes durante al menos cinco años.

Los autores del estudio dijeron que los hallazgos sugieren que el Parkinson podría comenzar en los intestinos y propagarse al cerebro a través del nervio vago, que ayuda a controlar procesos corporales inconscientes como la frecuencia cardiaca y la digestión.

"No nos sorprendió demasiado, dado que otras investigaciones habían mostrado evidencias de un vínculo entre los intestinos y la enfermedad de Parkinson", señaló la autora del estudio, la Dra. Karin Wirdefeldt, profesora asociada de epidemiología médica y bioestadística en el Instituto Karolinska, en Estocolmo.

"Nuestros hallazgos concuerdan con otras investigaciones en el campo, aunque la evidencia es escasa", añadió. "Se necesitan más investigaciones".

La enfermedad de Parkinson, un trastorno progresivo e incurable, afecta a casi un millón de estadounidenses, según la National Parkinson Foundation. Se origina en la falta de producción de dopamina en el cerebro, y sus síntomas incluyen temblores, rigidez, movimientos lentos y un mal equilibrio.

Usando datos de los registros nacionales de Suecia, Wirdefeldt y sus colaboradores compararon a 9,430 personas que se sometieron a una vagotomía, una cirugía que extirpa el tronco principal o las ramas del nervio vago para tratar las úlceras, con más de 377,000 personas de la población general a lo largo de un periodo de 40 años.

En los que se sometieron a una "vagotomía selectiva", en la que solo se extirparon algunas ramas del nervio vago, la diferencia en las tasas de Parkinson no tuvo significación estadística. Pero eso cambió en los que se sometieron a una "vagotomía troncular", en la que se extirpó el tronco principal del nervio vago.

Las 19 personas que se sometieron a una vagotomía troncular al menos cinco años antes tenían un 40 por ciento menos de probabilidades de desarrollar Parkinson que los que no se sometieron a la cirugía y a quienes se había dado un seguimiento de cinco años.

Los resultados se ajustaron según otros factores, como la diabetes, la artritis y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, dijeron los investigadores.

Solo se encontró una asociación, no un vínculo causal, entre la cirugía del nervio vago y el Parkinson.

Expertos en el Parkinson que no participaron en la nueva investigación dijeron que se necesitan muchas más evidencias para confirmar el vínculo, aunque alabaron al estudio.

"El vínculo no es firme", dijo la Dra. Olga Waln, neuróloga en el Hospital Metodista de Houston, en Texas. "Hicieron un trabajo excelente en el estudio y analizaron una base de datos grande, pero... no creo que las conclusiones sean muy convincentes".

Waln reconoció la dificultad de diseñar un estudio como este, porque pocos pacientes se someten a una cirugía para extirpar partes del nervio vago.

"Pero lo que los autores encontraron sin duda amerita la atención de los científicos, porque si podemos de alguna forma confirmar que la enfermedad comienza en los intestinos... esto podría dar esperanzas a los pacientes", afirmó.

James Beck, director científico de la National Parkinson Foundation, también clasificó los nuevos hallazgos como "no definitivos".

"Pero es interesante que esta conexión [entre los intestinos y el Parkinson] parezca persistir", dijo Beck. "No es causal, pero subraya que potencialmente algo ocurre en los intestinos y la forma en que podría influir a la enfermedad de Parkinson".

"Falta mucho" para la posibilidad de prevenir el Parkinson, algo que requerirá identificar los factores causantes con mayor firmeza, anotó Beck.

"Investigaciones como esta dan más en qué pensar a medida que la gente intenta resolver el misterio de cuál es la causa, o quizás las muchas causas, de la enfermedad de Parkinson", dijo.

El estudio aparece en la edición en línea del 26 de abril de la revista Neurology.


FUENTES: Karin Wirdefeldt, M.D., Ph.D., associate professor, medical epidemiology and biostatistics, Karolinska Institute, Stockholm, Sweden; Olga Waln, M.D., neurologist, Houston Methodist Hospital, Texas; James Beck, Ph.D., chief scientific officer, National Parkinson Foundation, Miami, Fla.; April 26, 2017, online issue, Neurology