Tres trastornos de salud mental habituales (la depresión, el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad generalizada) no suponen una amenaza grave para las mujeres embarazadas ni para la salud de sus bebés, según un estudio reciente.
"Creo que un mensaje importante es que las mujeres no están haciendo daño a sus bebés si tienen una de estas afecciones psiquiátricas", dijo la autora principal del estudio, Kimberly Yonkers, de la Universidad de Yale.
Ella y su equipo siguieron a más de 2,600 mujeres embarazadas en 137 consultorios clínicos de Connecticut y Massachusetts.
Los investigadores encontraron un ligero riesgo asociado con ciertos medicamentos psiquiátricos usados para tratar estas afecciones. Por ejemplo, los bebés de mujeres que tomaron benzodiacepinas tenían un peso ligeramente más bajo al nacer y necesitaron la asistencia de un ventilador adicional en 61 de cada 1,000 casos. Las benzodiacepinas, que incluyen el Xanax (alprazolam), el Valium (diazepam) y el Ativan (lorazepam), se recetan habitualmente para el trastorno de pánico y para los de ansiedad.
Además, tomar un tipo de antidepresivos llamado inhibidores de la recaptación de la serotonina se asoció con una gestación 1.8 días más corta. Esos fármacos incluyen el Paxil (paroxetina), el Prozac (fluoxetina) y el Zoloft (sertralina).
Los antidepresivos también estaban asociados con afecciones relacionadas con la hipertensión en 53 de cada 1,000 embarazos, y con unas tasas más altas de tratamientos por problemas respiratorios menores después del nacimiento.
Pero el estudio solo encontró asociaciones, no probó que hubiera relaciones causales.
"Muchas mujeres requieren que se las trate con estos medicamentos durante el embarazo, y estos hallazgos no sugieren que deberían dejar el tratamiento", dijo Yonkers, profesora de psiquiatría, epidemiología, y obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas.
"En lugar de eso, las mujeres deberían trabajar con sus médicos para encontrar las dosis más bajas posibles y seguir unos hábitos buenos para la salud, como una dieta saludable y hacer ejercicio, y evitar los cigarrillos y el alcohol", señaló Yonkers en un comunicado de prensa de la Universidad de Yale.
El estudio aparece en la edición del 13 de septiembre de la revista JAMA Psychiatry.