La esquizofrenia, una enfermedad mental, altera toda la red de comunicación del cerebro, sugiere un nuevo estudio.
Esta investigación pone en cuestión la teoría de que la esquizofrenia es provocada por los problemas de conexión solo en ciertas partes del cerebro. Los hallazgos podrían ser útiles para dirigir la investigación futura sobre este trastorno que afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo, indicaron los investigadores.
"Podemos decir definitivamente por primera vez que la esquizofrenia es un trastorno en que las conexiones de la sustancia blanca están alteradas en todo el cerebro", dijo la coautora del estudio, Sinead Kelly, que anteriormente trabajó como investigadora en el Instituto de Neuroimágenes e Informática de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC).
El estudio contó con una revisión de escáneres cerebrales de más de 1,900 personas con esquizofrenia de todo el mundo. Los investigadores analizaron la "sustancia blanca", la sustancia cerebral grasa que permite a las células cerebrales (neuronas) comunicarse entre sí.
"Nuestro estudio ayudará a mejorar la comprensión de los mecanismos que subyacen a la esquizofrenia, una enfermedad mental que, si no se trata, con frecuencia lleva al desempleo, a quedarse sin hogar, al abuso de sustancias e incluso al suicidio", dijo Kelly en un comunicado de prensa de la USC. Kelly es ahora becaria de investigación posdoctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
"Estos hallazgos podrían llevar a la identificación de biomarcadores que permitan a los investigadores evaluar la respuesta de los pacientes al tratamiento de la esquizofrenia", añadió Kelly.
Se desconocen las causas de la esquizofrenia y los tratamientos actuales para la enfermedad se dirigen solo a los síntomas. Muchos pacientes necesitan tomar antipsicóticos durante el resto de sus vidas, pero los medicamentos pueden provocar efectos secundarios, como el aumento significativo de peso, temblores, insensibilidad emocional o somnolencia extrema.
La coautora del estudio Neda Jahanshad es profesora asistente de neurología en el Instituto de Neuroimágenes e Informática de la Facultad de Medicina Keck de la USC. "Sin este estudio, la futura investigación podría ser dirigida de forma incorrecta. En lugar de buscar los genes que afectan a cierto 'tramo de conexiones', los científicos buscarán ahora los genes que afectan a la infraestructura entera de la comunicación", dijo.
El estudio aparece en la edición del 17 de octubre de la revista Molecular Psychiatry.
FUENTE: University of Southern California