Un consorcio de más de 100 investigadores ya secuenció cerca de 450 genomas de coronavirus provenientes de pacientes de la Patagonia, de Córdoba y del AMBA. Se van a agregar análisis genómicos de virus aislados en Chaco y Santa Fe y en próximas etapas analizarán la circulación comunitaria en todo el país.
“Nuestro objetivo es secuenciar mil genomas distribuidos en todo el país”, afirmó Mariana Viegas, jefa del Laboratorio de Virología del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez y coordinadora del “Consorcio interinstitucional para la secuenciación del genoma y estudios genómicos de SARS-CoV-2” que creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
La secuenciación de los genomas virales y el análisis de su evolución son importantes para conocer el patrón de circulación global y las cadenas de transmisión viral particulares, así como para monitorear cambios que podrían impactar en la biología viral, el diagnóstico molecular y la efectividad de vacunas y antivirales en los diferentes virus circulantes”, puntualizó Viegas quien también es investigadora del CONICET.
Primeros resultados
Los resultados de estos primeros análisis, realizados a partir de muestras tomadas en abril y mayo, han mostrado una “sectorización” o confinamiento en determinadas áreas geográficas de distintos linajes o grupos genéticos del virus, en virtud de la restricción del movimiento de la población, explicó Viegas.
“Por ejemplo, no encontramos un continuum del virus en Gran Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, sino que según el barrio o la localidad se podían reconocer distintos orígenes del virus”, señaló.
Sin embargo, con la flexibilización de la cuarentena y la mayor circulación de la gente, “probablemente los virus ya empezaron a mezclarse”, vaticinó. “Lo vamos a comprobar en los análisis de muestras tomadas en junio y julio”.
Una vez que se hayan obtenido todos los genomas de los coronavirus estudiados y teniendo la información clínica de los pacientes, los investigadores evaluarán si existe alguna correlación entre las características genómicas del virus y las clínicas de los pacientes que lo padecieron. “Sin embargo, hasta la fecha esto no se ha encontrado en otras partes del mundo. Hay que juntar muchos datos y casos para poder determinarla”, indicó Viegas.
El grupo de Viegas está formado por bioquímicas y biotecnólogas especializadas en genómica de virus respiratorios. “En febrero de este año, cuando vimos que la llegada de este virus podía ser posible a nuestro país, nos preparamos para tener un protocolo que pudiera secuenciar los genomas completos directamente a partir de muestras clínicas”, explicó la científica.
El consorcio interinstitucional para la secuenciación del genoma y estudios genómicos de SARS-CoV-2 cuenta con siete centros distribuidos en distintas regiones: Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Tierra del Fuego, Buenos Aires y CABA. “La idea es generar una red de científicas y científicos que puedan responder a este problema actual pero también seguir conectados para cualquier eventual emergencia de patógenos en el futuro”.
“Coordinar este consorcio me da mucha satisfacción cuando veo que juntos vamos avanzando y generando conocimiento conjunto, que servirá para generar soberanía científica”, concluyó Viega.