Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro para crear conciencia sobre su potencial, así como también sus riesgos y enfermedades.
La fecha fue impuesta por la Federación Mundial de Neurología (WFN por sus siglas en inglés), entidad que cada año elige un tema central. Su edición de 2022 se celebra bajo el lema “Salud cerebral para todos”.
La salud cerebral óptima incluye la capacidad funcional para realizar todas las diversas tareas de las que el cerebro es responsable, incluido el movimiento, la percepción, el aprendizaje y la memoria, la comunicación, la resolución de problemas, el juicio, la toma de decisiones y la emoción.
Sin embargo, según cifras de la OMS, más de 55 millones de personas en el mundo (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia, y se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.
De acuerdo con datos de la WFN a nivel mundial, las enfermedades que afectan al cerebro constituyen el 6,3% de las discapacidades.
Las enfermedades o afecciones cerebrales más prevalentes a nivel mundial son la demencia (que tiene a la Enfermedad de Alzheimer (EA) como principal causa con casi el 75% de los pacientes), a la que le siguen la demencia frontotemporal (DFT), la demencia con cuerpos de Lewy, y por infartos cerebrales múltiples.
En segundo lugar, se encuentran los accidentes cerebrovasculares (ACV), tanto isquémicos como hemorrágicos. Otras enfermedades son la epilepsia, el Parkinson, la esclerosis múltiple (EM), la migraña (dolor de cabeza o jaqueca severas), los traumatismos de cráneo por accidentes domésticos o de tránsito, los trastornos mentales, las enfermedades infecciosas (meningitis, encefalomielitis) y las enfermedades congénitas (síndrome de down).
Si bien la enfermedad cardíaca sigue siendo la principal causa de muerte en todo el mundo, los autores de las Estadísticas de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares de la Asociación Estadounidense del Corazón señalaron que las enfermedades del cerebro, especialmente la enfermedad de Alzheimer y la demencia, están aumentando sustancialmente y, a menudo, están asociadas con muchos de los mismos factores de riesgo, como presión arterial alta, obesidad, diabetes y tabaquismo.