Científicos del Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2, conocido como Proyecto PAIS, en conjunto con investigadores de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA) hallaron infección por la variante Gamma del Sars-CoV-2 en cuatro ejemplares de armadillo peludo en Argentina, lo que postula que el animal podría ser un reservorio viral aún no identificado.
El preprint, aún no revisado por pares y publicado en el repositorio BioRxiv se basa en que la presente pandemia producida por el SARS-CoV-2 y sus variantes representa un ejemplo del concepto de “Una Salud” (One Health) en el que humanos y animales son componentes de una misma cadena epidemiológica.
“Los reservorios animales de estos virus son, por lo tanto, el foco de los programas de vigilancia para controlar su circulación y evolución en huéspedes y reservorios potencialmente nuevos. En este trabajo, reportamos la detección de la infección por la variante Gamma del SARS-CoV-2 en cuatro especímenes de Chaetophractus villosus (armadillo peludo grande/armadillo peludo) en Argentina”, continúa el texto.
“Además del hallazgo de una nueva especie de fauna silvestre susceptible a la infección por SARS-CoV-2, la identificación de la variante Gamma tres meses después de su última detección en humanos es un resultado destacable, lo que plantea la cuestión de posibles reservorios virales no identificados”, finalizó el abstract del preprint.
Según se detalla en la cuenta de twitter de Proyecto PAIS, “los cuatro ejemplares de Peludos se hallaron en General Pico, La Pampa, en marzo del 2022”. Se realizó el diagnostico de COVID-19 y se detectaron anticuerpos neutralizantes específicos de SARS-CoV-2. Luego, se obtuvo el genoma completo del virus.
“El resultado más sorprendente es el hallazgo de que estos animales estaban infectados con la variante Gamma de SARS-CoV-2, que según informes de GISAID su último registro de circulación fue el 10 de enero de 2022 en Perú y el 22 de diciembre de 2021, en Argentina”, comunicaron los científicos.
Aclararon que la fuente más probable del brote ocurrido en las instalaciones de la UNLPam, donde los Peludos estaban en cautiverio “no se ha podido determinar”, pero arriesgan que pudo haber sido generado por la entrada de otros animales, como roedores y aves. Sin embargo, todas las muestras humanas analizadas en el periodo corresponden a la variante Ómicron.
“El descubrimiento de esta especie como huésped susceptible de infección por SARS-CoV-2 tiene una enorme relevancia debido al creciente tránsito de esta especie desde la naturaleza hacia las zonas pobladas”, indicaron los científicos.
“Cómo y dónde se mantuvo y transmitió a estos animales una supuesta variante extinguida sigue siendo un misterio”, por lo que “se recomienda la intensificación de los programas de vigilancia para controlar la circulación y evolución de SARS-CoV-2 en huéspedes y reservorios potencialmente nuevos”, cerraron.