Blefaroconjuntivitis

Blefaro-querato-conjuntivitis en niños: Diagnóstico y tratamiento

El objetivo del presente estudio es presentar las características de la blefaro-querato-conjuntivitis (BQC) en la infancia y evaluar la epidemiología, la graduación clínica y las estrategias de tratamiento.

Autor/a: Dres. Viswalingam M, Rauz S, Morlet N, Dart JK.

Fuente: Br J Ophthalmol. 2005 Apr;89(4):400-3.

Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía

La enfermedad del borde de los párpados que involucra secundariamente la conjuntiva y la córnea, se denomina blefaro-querato-conjuntivitis (BQC) y se encuentra bien caracterizada en adultos. Normalmente se presenta con párpados inflamados, telangiectasia del borde anterior del párpado y acumulación de escamas (collarettes) duras y fibrinosas alrededor de la base de las cilias. En casos crónicos es común la ulceración, tilosis, debilitamiento y pérdida de pestañas (madarosis) y inversión de pestañas (triquiasis). En casos prolongados existen cambios en la conjuntiva como hipertrofia papilar y folicular, leve a moderada. En casos agudos se ve involucrada la córnea inferior. La BQC en adultos responde al tratamiento que consiste en higiene de los párpados y uso de antibióticos tópicos. Por el contrario, el síndrome en niños no ha sido bien definido, por lo tanto este estudio trata de señalar sus características y el tratamiento más conveniente a seguir.

Pacientes y métodos:

Se realizó el seguimiento de 44 niños ( entre 1 y 14 años) con diagnóstico de BQC por un período medio de siete años. El criterio de diagnóstico utilizado incluyó episodios recurrentes de enrojecimiento crónico del ojo, lagrimeo, fotofobia, blefaritis, orzuelos recurrentes o quistes meibomianos y queratitis. Las características clínicas fueron evaluadas graduándolas como leves, moderadas o severas. Se realizaron cultivos de los párpados y la conjuntiva. El régimen de tratamiento incluyó higiene de párpados, antibióticos tópicos y/o sistémicos y corticoesteroides tópicos.

Signos clínicos observados en blefaroqueratoconjuntivitis causada por estafilococos


A.- Blefaritis.
B.- Blefaritis ulcerativa con collaretes marcados.
C.- Vascularización sectorial marginal y queratitis
D.- Vascularización severa de córnea y queratitis.
E.- Queratitis subepitelial
F.- Cicatriz en córnea central.
G.- Flicténula conjuntival
H.- Flicténula en córnea resuelta con cicatriz y vascularización residuales.
I.- Tarso superior (inflamación leve a moderada)
J.- Tarso superior (inflamación severa).

En el presente estudio hemos observado que el síndrome de BQC es una enfermedad inflamatoria externa identificable en niños, en la que los síntomas y signos son similares a los adultos, aunque el curso de la enfermedad es diferente. Los niños ( edad mediana 5.4) presentaron enrojecimiento e irritación como resultado del constante frotado de los ojos y fotofobia. Durante el período de seguimiento de siete años, los síntomas y signos se redujeron con el tratamiento, la progresión después de los ocho años fue poco común. Sin embargo, los casos más severos requirieron tratamiento prolongado. Estos resultados son similares a los de Farpour et al que siguieron a ocho niños con BQC durante un período menor (8,3 meses). A diferencia de este estudio, su cohorte era más joven y el alivio de los síntomas se produjo dentro de los dos meses de tratamiento; sin embargo, todos tuvieron recurrencia dentro del período de seguimiento lo que requirió la repetición del tratamiento, aunque no se utilizó tratamiento prolongado.

La estrategia de tratamiento utilizada en este estudio tuvo como objetivo: i) reducir el estímulo de la enfermedad mediante la disminución de la población de estefilococos, ii) mejorar la disfunción de la glándula de Meibomio y iii) reducir la respuesta inmune local. Esto se logró mediante el tratamiento aplicado. El antibiótico sistémico de preferencia fue la eritromicina, que es seguro en niños menores de ocho años y ha sido utilizado en otras series de casos más pequeñas de niños con BQC. Al igual que las tetraciclinas en adultos, los macrólidos como la eritromicina, parecen penetrar y acumularse en las glándulas de Meibomio afectando la composición sebácea, como así también inhibiendo la síntesis proteica bacteriana y la producción de lípidos. No quedó claro si los antibióticos alteraron además la flora ocular o estimularon una respuesta inmune.

Conclusiones:

El presente estudio ha formulado cuales son las características del síndrome BQC infantil y ha observado que se trata de una enfermedad común en niños. Los casos más severos correspondieron a población de origen asiático y de medio oriente. Su progresión fue poco común después de los ocho años, aunque fueron necesarios tratamientos prolongados hasta los quince años de edad en algunos niños. Sería conveniente que se realicen mayores estudios para determinar la inmunopatogénesis y los componentes genéticos de la enfermedad.