La enfermedad arteriosclerótica cardiovascular produce más de 19 millones de muertes anualmente, siendo la enfermedad coronaria la mayor responsable de esta cifra. El reconocimiento de la participación de la placa vulnerable abrió nuevos caminos y oportunidades en este campo de la medicina. Las conclusiones principales de este consenso son: 1) Las placas proclives a romperse no son las únicas placas vulnerables. Toda placa con alta posibilidad de trombosis y de evolución rápida deberá ser considerada como vulnerable. 2) Las otras causas de muerte súbita no atribuibles a la placa vulnerable son: la sangre vulnerable (proclive a la trombosis) y el miocardio vulnerable (proclive a las arritmias fatales). Por lo tanto surge el concepto de paciente vulnerable como un término más adecuado. La primera parte de este consenso se refiere a la nueva definición de placa vulnerable y su relación con el paciente vulnerable.
Causas de complicaciones cardíacas, fatales y no fatales
La ruptura de la placa da origen a cerca del 70% de infarto de miocardio fatal o de muerte súbita. En los casos en que no existe ruptura de la placa la formación del trombo coexiste con erosión o calcificación nodular de la placa. Se destaca que en la formación del trombo que lleva al episodio de muerte del paciente, siempre predominan las lesiones que son muy poco estenóticas o no estenóticas. En algunos casos fatales no se produce trombosis a nivel de la placa y la base fisiopatológica que genera la arritmia mortal pudo haber sido un espasmo coronario, embolia distal, o daño miocárdico relacionado con injurias previas.
Consenso sobre terminología: placa culpable versus placa vulnerable
El consenso recomienda utilizar el término de placa vulnerable como definición única de toda placa susceptible a sufrir una complicación. Quedarían relegados los términos de "placa de alto riesgo", placa peligrosa" y de "placa inestable" y definitivamente inaceptables los términos de "placa blanda", "placa no calcificada" y "placa tipo IV de la AHA".
Los principales criterios que identifican a una placa como vulnerable son: función activa de la placa, cubierta fina con un gran núcleo lipídico, despulimiento endotelial, fisura y estenosis >90%. Respecto a la función activa de la placa se consideran los siguientes elementos: inflamación (densidad de los macrófagos, grado de infiltración de monocitos y densidad de las células T activadas), disfunción endotelial (baja disponibilidad de óxido nítrico, desequilibrio anticoagulante/procoagulante del endotelio), estrés oxidativo, tasa de apoptosis, grado de angiogénesis, enzimas que digieren la matriz y ciertos antígenos microbianos ( HSP60, C. pneumoniae).
Artículo comentado por el Dr. Ricardo Ferreira, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cardiología.