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Diagnóstico bacteriológico de infección urinaria en pediatría

La identificación precóz y precisa del niño con infección urinaria va a ser de capital importancia para reducir la morbilidad y secuelas asociadas a esa infección.

Autor/a: Dr. Checcacci Edgardo*

Indice
1. Desarrollo
2. Interpretación del análisis de orina
3. Bibliografía

La infección urinaria figura entre los motivos de consulta ambulatoria más frecuentes de la práctica pediátrica. La importancia de éstas infecciones radica en la gama extensa de cuadros infecciosos que promueve, sin olvidar sus secuelas en el largo plazo, que van desde la enfermedad hipertensiva de causa renal hasta los diversos grados de la insuficiencia de este órgano1. 

La infección urinaria puede definirse como el conjunto de manifestaciones clínicas que resultan de la multiplicación microbiana dentro del tracto urinario3,encontrándose una bacteriuria significativa en una muestra de orina y que puede acompañarse o no de sintomatología clínica.

Se define bacteriuria significativa: a > 100.000 UFC/ml de orina obtenida al acecho o cualquier recuento bacteriano cuando se obtiene por punción suprapúbica3.

La prevalencia de infecciones urinarias en niños menores de 2 años que presentan fiebre de 38,50 C o mas, es del 3,3%. Los factores que incrementan esta prevalencia son: Fiebre sin foco (5,9%), varones no circuncidados ((8%), sexo femenino (4,3%) historia previa de IU (9,3%), orina mal oliente o con hematuria (8,6%), dolor abdominal o suprapúbico (13,2%), y fiebre mayor o igual a 39,30C ( 3,9%).4La identificación precoz y precisa del niño con infección urinaria va a ser de capital importancia para reducir la morbilidad y secuelas asociadas a esa infección2.

Diagnóstico de Infección Urinaria

 A pesar de su alta incidencia que puede estimarse hasta en un 20% de todas las consultas, puede pasar con facilidad desapercibida, bien por falta de sospecha clínica, o porque no se utilicen las métodos adecuados para su diagnóstico2.
El método diagnóstico utilizado ha de ser lo más sensible y específico posible, evitándose así el infradiagnóstico que conlleva al retraso en la terapia con una posible iniciación o progresión del daño renal y posterior pérdida de función. El sobrediagnóstico, por su parte, conduce a un tratamiento inútil, enmascarando posiblemente la verdadera enfermedad, así como a la realización de unas investigaciones y seguimiento innecesarios, molestos, costosos y probablemente no del todo inocuos2 .

El diagnóstico de infección urinaria debe efectuarse en base a las manifestaciones clínicas y al cultivo de orina. Debido a que el diagnóstico de IU es esencialmente bacteriológico es fundamental la correcta obtención de la muestra.

El método de obtención de la orina es el acto médico de mayor importancia en el manejo de las IU4. La punción suprapúbica (PSP) es el método de elección. Cualquier recuento de colonias en el cultivo de orina tomada por este método definirá la presencia de IU3-4

La obtención de una muestra de orina a través de una PSP raramente se contamina y está considerado como el estándar de referencia para los otros métodos de obtención de muestras de orina. Además raramente ofrece riesgos, sin embargo la posibilidad de obtener orina oscila entre 23% a 90% de los intentos. Sin dudas esta técnica exige gran experiencia y muchos médicos la desechan1.

El cateterismo vesical es la segunda forma segura de obtener orinas para cultivo, aunque no elimina completamente la posibilidad de contaminación, una adecuada limpieza de la zona periuretral disminuirá esta posibilidad. Su sensibilidad llega a 95% de los cultivos y su especificidad a 99% de las muestras. Esta técnica exige destreza a fin de evitar la contaminación de la muestra en los casos de varones no circuncidados y las niñas pequeñas.1 De esta forma, la presencia de >10.000 UFC/ml 4 confirma IU.

Según la Academia Americana de Pediatría la PSP junto con el cateterismo vesical son los únicos métodos confiables3, pero en la práctica la recolección del "chorro medio"es la técnica mas usada. Para esto deberá higienizarse previamente la zona periuretral con agua estéril y jabón nuevo y luego descartar el primer chorro de orina. De esta manera un recuento mayor de 50.000 UFC/ml es suficiente para el diagnóstico de IU. Para otros el punto de corte es de 100.000 UFC/ml3 , aclarando que en niños pequeños en los que la orina permanece poco tiempo en la vejiga recuentos entre 10.000 y 100.000 UFC/ml pueden ser significativos.

Es desaconsejable la obtención de la orina por medio de bolsas colectoras plásticas debido al alto índice de contaminación con la flora fecal presente en la zana periuretral.
Los cultivos de orina con mas de un germen se consideran contaminados y deberán repetirse.

*El Dr. Edgardo Checcacci es editor responsable de IntraMed en la especialidad de Pediatría.