Se presenta el caso de una paciente de 30 años de edad, que ingresa al Servicio de Clínica Médica el 18 de enero de 1999 proveniente de Consultorios Externos, por presentar inestabilidad en la marcha y lesiones hiperpigmentadas en miembros superiores e inferiores. Acompañando a este cuadro, refieren sus familiares negativismo para la ingesta, pérdida de diez kilogramos de peso y visión borrosa de treinta días de evolución, previos a su internación.
A su ingreso el examen físico revela una paciente con apariencia general de regular estado, marcha atáxica, facies indiferente, orientada auto y alo-psíquicamente, con lesiones hiperpigmentadas y descamativas en ambas axilas, codos, pliegues y rodillas. A nivel neurológico presenta un Glasgow 15/15, paresia braquio-crural derecha, signo de Babinsky derecho, aumento de la base de sustentación, dismetría tanto en miembros superiores como inferiores, nistagmus horizontal a derecha, adiadococinesia y alteración de la prueba talón-rodilla con disminución del tono muscular. Presión arterial de 130-80mmHg, frecuencia cardíaca de 80/minuto, frecuencia respiratoria 18/minuto, afebril.
El laboratorio de ingreso mostró:
· Hematocrito 36%
· Recuento de blancos 7600/mm3
· Glucemia 95 mg%
· Uremia 18 mg%
· Sodio 136 mEq/l
· Potasio 4.2 mEq/l
· Sedimento urinario normal
Se la interpreta como un síndrome cerebeloso con un síndrome de impregnación agregado y se inicia el plan de estudios orientado a detectar la presencia de una patología de sistema nervioso central, específicamente cerebelosa, de tipo tumoral, primitiva o secundaria.
Durante su internación la paciente presenta mala evolución de su cuadro neurológico con mutismo, paresia de los cuatro miembros y postura en flexión de ambos miembros superiores.
Reinterrogando a los familiares se rescata el dato de antecedentes de ingesta voluntaria de productos químicos: raticidas, antisépticos sanitarios, productos de limpieza, por lo que se solicita interconsulta con Psiquiatría, encontrando a una paciente vigil, con mutismo, respondiendo en forma verbal ocasionalmente y con monosílabos, con posturismo acompañado de flexibilidad cérea, ecofrasia, oposicionismo a los movimientos dirigidos, conservando las posturas que se practicaron durante el exámen físico, impresiona alucinada, interpretándose el cuadro como catatonía, y se inicia plan psicofarmacológico con haloperidol, diazepam y biperideno.
Evoluciona en forma favorable con mejoría de su cuadro psiquiátrico y clínico, y desaparición de las lesiones en piel, por lo que se interpretan las mismas como de origen tóxico. De la misma manera se interpretan sus manifestaciones neurológicas, en una paciente con patología psiquiátrica de base.
Se le otorga el alta institucional el 27/05/99 con posteriores controles por los servicios de clínica y psiquiatría.
Un caso clínico
Acantosis nigricans de etiología benigna
Esta comunicación tiene por objeto presentar un caso de Acantosis nigricans de etiología poco frecuente. La misma se caracteriza por la presencia de placas hiperpigmentadas y de tacto verrugoso aterciopelado, distribuidas simétricamente en áreas de flexión.
Autor/a: Dr. Julián Pisarevsky
Indice
1. Caso Clínico
2. Discusión
3. Bibliografía