Ansiedad

Trastorno por ansiedad generalizada

Este trastorno, cuya prevalencia se estima en 1,9 a 5,4% de la población general de los E.U.A, hace su aparición oficial en 1980, con la tercera edición revisada del DSM.

Autor/a: Dr. Ariel D. Falcoff.

Indice
1. Introducción
2. Características clínicas
3. Aspectos neurobiológicos
4. Farmacoterapia del TAG
5. Conclusiones
6. Bibliografía

En sus comienzos fue una categoría residual que quedó establecida al separarse el trastorno por pánico y la agorafobia de la así llamada " neurosis de ansiedad" (DSM-II). De esta manera la definición del trastorno tenía sustanciales diferencias con los criterios actuales. Estos incluían fundamentalmente la presencia de ansiedad persistente y generalizada manifestada por la participación de tres de las siguientes cuatro categorías. 1. tensión motora; 2.hiperactividad neurovegetativa; 3. expectación aprensiva (definida como " ansiedad, preocupación, miedo y anticipación de desgracias para uno mismo o los demás" ) 4. hipervigilancia (entendida como un estado de hiperatención que da lugar a distraibilidad, dificultad de concentración, insomnio, irritabilidad, etc.) El cuadro debía durar, además, al menos un mes.
En el año 1987, el DSM-III-R (edición revisada) introdujo una  modificación fundamental, al mover la categoría denominada " expectación aprensiva" , al nivel de criterio principal y requirió la  presencia de ansiedad y preocupación no realistas o excesivas  en torno a dos o más circunstancias vitales.  Además debía cumplirse una duración de por lo menos 6 meses y la existencia de por lo menos 6 síntomas de una lista de 18 incluidos dentro de las 3 categorías restantes (tensión motora,hiperactividad neurovegetativa, e hipervigilancia).
En 1992, el DSM-IV remueve la categoría de síntomas neurovegetativos  y reduce la lista a sólo 6 síntomas (relacionados a tensión muscular e hipervigilancia) de los cuales se necesitan 3 para realizar el diagnóstico.

Como puede verse, el centro de la atención queda puesto en los síntomas psicológicos, los cuales podían, incluso ni estar presentes  para realizar un diagnóstico en la clasificación DSM-III (no olvidemos que se necesitaban síntomas de tres categorías de 4, por lo cual la no presencia de síntomas psicológicos no excluía el trastorno). El TAG tal cual es conocido en la actualidad, correlaciona estrechamente la ansiedad a un fenómeno  de tipo ideatorio (la " preocupación excesiva" haciendo hincapié en que la misma tiene un carácter constante y difícil de controlar). El cuadro así constituido mejoró notablemente su confiabilidad diagnóstica.

Sin embargo, definido de esta manera tiene para muchos autores más similitud con un desorden o una vulnerabilidad de la personalidad que con un síndrome clínico. Los síntomas relacionados al proceso de expectación aprensiva, de hecho muestran notable correlación con constructos que implican dimensiones de la personalidad como el  " afecto negativo" , neuroticismo y sobre todo la " evitación del daño", constructo desarrollado por Cloninger como una de sus cuatro dimensiones del temperamento. En este sentido "evitacion del daño" implica, para Cloninger, un sesgo hereditario en la inhibición de comportamientos, como ocurre en las preocupaciones pesimistas relacionadas a problemas futuros,  los comportamientos de evitación tales como el miedo a la incertidumbre y la timidez frente a extraños. Incluso  Akiskal  -quien prefiere ubicar al TAG como "un tipo de temperamento ansioso"- considera el constructo "evitacion del daño", análogo a su  conceptualizaciòn del trastorno como " Temperamento Ansioso Generalizado".

Un elemento, que sin duda apoya este tipo de enfoque,  es el gradual y temprano inicio  que casi siempre se verifica en el TAG (aunque se ha descripto también una "forma tardía"). Los pacientes suelen referir que "siempre" fueron así y no pueden situar un momento de inicio de la patología. Por otro lado, recientemente se ha prestado atención al hecho de la importante comorbilidad del TAG con otros trastornos de ansiedad y del estado de animo. Con enorme frecuencia el trastorno de referencia es el primero en aparecer, como si se tratara de una predisposición o vulnerabilidad para sufrir  otros trastornos neuróticos, en especial, depresión.